Kelly Thomas, un hombre de la calle que sufría de esquizofrenia, murió en el hospital en el 2011. Lo habían golpeado, electrocutado y pateado a un grado mortal por unos policías del departamento de policía del condado de Fullerton mientras rogaba por que pararan. El incidente fue grabado por una cámara de seguridad.
El lunes, los tres oficiales (que fueron sacados de la fuerza policiaca tras el incidente) salieron libres. Dos fueron declarados no culpables de homicidio por un jurado mientras que los cargos del otro oficial fueron retirados. Aquellos familiarizados con el caso reaccionaron con disgusto hacia la impunidad.
Se sabe por el video captado por la cámara de seguridad que los ex oficiales de Fullerton, Manuel Ramos, Joseph Wolfe y Jay Cicinelli dieron ordenes confusas al hombre de 37 años, desarmado y mal de su salud mental, que no podía seguir. Se sabe que intentó, gritó “estoy intentando, perdón.” Se ve a algunos de los seis oficiales involucrados en el incidente estirarle los brazos por detrás haciéndolo gritar del dolor. Se escucha a Thomas gritando “¡papá! ¡papá!” 30 veces mientras estaba en el piso mientras jadeaba. Se muestra en el video que seguían agrediéndolo. El oficial Ramos le dijo a Thomas “¿Ves mis puños? Están listos para hacerte mucho daño.”
Pero el jurado los declaró no culpables.
Cuando se dio el veredicto el lunes, el padre de la víctima, Ron Thomas (también un ex policía de Fullerton) se soltó a llorar, pateando y pisoteando con su pie. “¿Dónde encontramos la justicia en nuestro sistema de justicia? Aquí se ha demostrado que saldrán siempre con la suya,” dijo el padre.
Y parece que la tribunal no brindará justicia para nada. Lo único que queda por decir es: sin justicia no hay paz.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.