El aterrizaje histórico que tomó lugar ayer es la primera vez que el ser humano aterriza algún objeto sobre un cometa.
Debido a una falla en uno de los propulsores que tenía como función mantener la sonda, Philae, pegada al suelo después de tocar con la superficie del cometa, botó casi un kilómetro de altura antes de volver a caer en la superficie unas dos horas después, luego volvió a botar, esta vez con menos altitud y terminó volteado de manera que sólo dos de sus tres patas están teniendo contacto con el suelo.
En esta posición los paneles solares de Philae están generando mucha menos energía de lo que fue planeado y cuando se agoten sus baterías en unos días, es posible que no se vuelvan a recargar.
A pesar de su desviación no planeada, Philae aún sigue en contacto con Rosetta y llevó a cabo sus primeras observaciones científicas, incluyendo fotos de un acantilado en el cometa.
Philae es el primer objeto hecho por el hombre en aterrizar sobre la superficie de un cometa, un increíble logro que permitirá a científicos investigar una de las sobras congeladas de la formación del sistema solar hace más de cuatro mil millones de años.
Cuando llegó la señal de aterrizaje al centro de operaciones de astronaves en Alemania, la celebración comenzó.
La sonda dio con su blanco casi perfectamente a pesar del problema al que se enfrenta ahorita. Pero pase lo que pase, la riqueza de información nueva que ya ha sido enviado a la ESA es suficiente para considerar esto una victoria aunque no resulte como fue planeado.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.