Hasta la gente con mucha fuerza de voluntad no suelen poder comerse una sola papa frita y ya. Aunque su alto contenido de sal y grasa las vuelve irresistibles, según estudios hay otra razón por la que no te puedes contener después de abrir esa bolsa de papas y no tiene nada que ver con el sabor.

La gente tiende a comer más papas cuando están etiquetadas con la palabra “crujiente,” según el estudio. Investigadores descubrieron que los participantes del estudio que consumieron más papas y dulce mientras veían una película cuando estos estaban etiquetados como “crujientes.”

También descubrieron que toma más que buena mercadotecnia para hacer que la gente coma de más. La gente consume más papas cuando dicen ser más crujientes cuando no están distraídos con audífonos y mientras podían oír mejor el crujir de su comida.

Básicamente, decirte que algo es crujiente te hace poner más atención al sonido de la comida, lo cual mejora la manera que la disfrutas. ¿Pero por qué nos importa tanto el crujido de la comida?

La gente con frecuencia asocia el crujido de la comida con características positivas como la frescura del alimento. Este mayor placer con la comida por la cualidad de su sonido resulta en un mayor consumo de esta misma.

Claro, el estudio no es perfecto, según los investigadores. En el estudio usaron dulces y papas, cosas que la gente ya disfruta de consumir mucho. Los resultados pueden variar mucho si el estudio se llevara a cabo con zanahorias o apio, los cuales tienen un menor atractivo.

También hay que considerar que los participantes estaban comiendo mientras veían una película, lo cual ya podría resultar en comer sin pensar por su cuenta.

Pero no hay nada de malo con aplicar este truco con verduras. Si los beneficios del broccoli no son suficiente como para hacerte comerlo más seguido, piensa en algo sano y crujiente que puedas comer la próxima vez que estés viendo una película o lo que sea.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.