La capacidad de la fibra para disminuir tu colesterol, mantener tus visitas al baño regulares y su apoyo para bajar de peso todos han sido bien investigados. Sin embargo, todo lo bueno en exceso es malo. Y ahora que lo están agregando a alimentos donde normalmente no encontrarías fibra, como el yogurt o refresco light, bajo nombres irreconocibles en la etiqueta, quizá no estés consciente de cuánta fibra realmente estés consumiendo.

Cuando consumes demasiada fibra, trabaja en tu contra. Una sobredosis de este material vegetal puede remover otros nutrientes esenciales conforme va evacuando el alimento de tu sistema demasiado rápido como para que tu cuerpo absorba las vitaminas y minerales.

Además te estreñirá, irónicamente. Esto es el resultado de la fibra absorbiendo agua y alentando la digestión al grado que te atranca el intestino. Otros efectos secundarios incluyen hinchamiento y diarrea.

Si quieres evitar esto, busca consumir entre 21 a 25 gramos de fibra al día e intenta consumirlo a través de alimentos integrales. La mayoría de estos alimentos contienen una combinación natural de fibra soluble e insoluble.

La fibra que es agregada a alimentos pueden tener efectos similares. Resisten la digestión de la misma manera, pero no tienen los nutrientes que encontrarías normalmente en alimentos con fibra. Y con frecuencia no son sanos los alimentos que incluyen estas fibras agregadas.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.