Solemos pensar de la autocompasión como pasivo o incluso poco productivo, pensamos que si no nos exigimos mucho, nos volveremos complacientes.
La verdad es que hay dos lados de la autocompasión. El lado suave representa la idea de que innatamente eres imperfecta, pero todavía tienes valor. El lado más activo dice que si realmente te importas, te aceptas pero no todos tus comportamientos, especialmente los dañinos.
Parte de cuidarte significa tomar pasos activos hacia el cambio. Aquí es donde entra en juego la autocompasión.
Esto no es fácil, claro. Solemos ser mucho más críticos hacia nosotros mismos que a los demás. Lo bueno es que puedes entrenar tu cerebro para cambiar estos malos hábitos.
Estos métodos que te platicaremos crean un entendimiento más profundo de la autocompasión y te ayudará a sentir mejor, te dará motivación, un mejor estado de ánimo y todo lo bueno que quieres:
Pregúntate qué necesitas
Digamos que se te pasó la fecha de una entrega, en vez de ponerte dura contigo misma y regañarte, piensa qué necesitas para mejorar esto, ya sea conseguir a alguien que cuide a tus hijos por ti unas horas al día o hacer listas de cosas que hacer.
De esta manera buscas los recursos o herramientas para cambiar y eventualmente generas confianza en ti misma conforme aprendes y creces.
Ponte la mano sobre el corazón
Esta es una herramienta simple pero muy psicológicamente transformadora, te ayudará en tu camino hacia la autocompasión. Seguro ya lo has hecho cuando alguien te da una mala noticia o algo por el estilo.
Este acto disminuye niveles de cortisol en tu organismo y puede activar tu nervio vago, el nervio principal del sistema nervioso parasimpático que ayuda a relajarte.
Averigua cuándo son momentos que nada más no puedes
Identificar los momentos donde no estás siendo compasiva contigo misma es importante.
¿Se disparan los pensamientos negativos cuando ves que te llegó un correo de algún compañero del trabajo en particular o pasa más cuando te peleas con tu pareja?
En estos momentos es cuando más te tienes que esforzar en mostrarte compasión a ti misma.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.