Esquemas de movilidad y asentamiento, estrategias de sobrevivencia, vínculos comunitarios, su experiencia cultural en el medio urbano y su articulación con las instituciones del Estado, son parte del contenido del libro “Indios en la ciudad. Identidad, vida cotidiana e inclusión de la población indígena en la metrópoli queretana”.

Presentado esta noche en el Museo Nacional de Antropología (MNA), se trata de un texto de los antropólogos Diego Prieto y Alejandro Vázquez, coordinadores de los trabajos de investigación del equipo regional Querétaro del Proyecto Nacional Etnografía de las Regiones Indígenas de México en el Tercer Milenio.

De acuerdo con Prieto, la obra, contribuye a la comprensión de los procesos de reconfiguración étnica a través de los movimientos poblacionales y de los factores que influyen y condicionan la emigración indígena a lo largo del último cuarto del siglo XX.

En entrevista, comentó a Notimex que el texto, “se ocupa de estudiar la diversidad, la riqueza cultural, las estrategias de sobrevivencia, así como las pautas de movilidad y apoyo recíproco que desarrollan los grupos indígenas que habitan en la ciudad de Querétaro”.

Explicó que dicha investigación se realizó entre 2010 y 2012, con apoyo financiero de fondos mixtos del gobierno del estado, “bajo la idea de caracterizar y hacer un diagnostico dentro de la problemática y en general de las dinámicas socioculturales de los grupos indígenas que habitan en dicha ciudad”.

La investigación arrojó la “descripción de sus esquemas de movilidad y asentamiento, sus estrategias de sobrevivencia, sus vínculos comunitarios y redes de reciprocidad, su experiencia cultural en el medio urbano y su articulación con las instituciones del Estado, para poder sugerir orientación y estrategias en la construcción de una política multicultural referente a las singularidades y expectativas de la población indígena que vive, trabaja o transita por nuestra ciudad”, indicó.

Comentó que tanto los datos estadísticos así como su experiencia en el trabajo etnográfico con la población indígena que se desenvuelve en la metrópoli queretana, muestran que ésta se compone en su gran mayoría por personas y familias originarias del propio estado de Querétaro y específicamente de la región ñañho (otomí) del sur de la entidad, en el municipio de Amealco y de la región chichimeca-otomí del semidesierto queretano.

A estos contingentes se suman migrantes indígenas procedentes de muy diversas regiones y entidades federativas del país como el Estado de México, Oaxaca, Michoacán, Hidalgo, San Luis Potosí.

El también Coordinador Nacional de Antropología dijo que la vida cotidiana de los indígenas en contextos urbanos transcurre entre la marginalidad y el acceso a la ciudadanía, en tanto se establecen en la ciudad de manera más o menos duradera, adquieren presencia organizada y se constituyen como usuarios y demandantes de programas gubernamentales.

“Se trata de un estudio que no solo habla de las problemáticas sociales, sino también de la riqueza cultural y de las estrategias de reciprocidad, de apoyo mutuo, de reconfiguración territorial identitarias de los indígenas que constituyen parte importante e ineludible de la riqueza y diversidad cultural de una ciudad vital como es Querétaro”, señaló.

Según los autores, el libro ayuda a la comprensión de los procesos de reconfiguración étnica a través de los movimientos poblacionales y de los factores que influyen y condicionan la emigración indígena a lo largo del último cuarto del siglo XX.

La obra permite también realizar un análisis comparativo, puesto que incluye estudios de distintas regiones del país, entre las que se ubican la región pame de Querétaro y San Luis Potosí; la región mazahua otomí del Estado de México y el sur de Querétaro; así como el que se refiere al periplo de los grupos mixtecos de Oaxaca y Puebla por las ciudades y plantaciones agrícolas del norte del país.

Aseguraron que la investigación ha sido fructífera desde el punto de vista académico pues sin duda hacía falta una visión panorámica de la condición en que viven, transitan y se desenvuelven los núcleos indígenas que ocupan el espacio metropolitano de Querétaro, así como una mirada crítica sobre la relación de las instituciones públicas con este sector.

Aclararon que también ha sido importante en la vinculación y el diálogo con actores sociales que intervienen en la gestión de los espacios de encuentro interétnico y en la definición de las políticas sociales frente a las desigualdades sociales y las diversidades culturales que caracterizan a la ciudad de Santiago de Querétaro en su crecimiento.

México, 13 Mar. (Notimex).-