El jefe del Banco de Piel y de Tejidos del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) de la Secretaría de Salud, Francisco Martínez Flores, señaló que al año en México se reportan 114 mil casos de personas con quemaduras que requieren atención médica, de los cuales 10 por ciento ocurre en el Distrito Federal.
Luego de destacar la importancia de la cultura de donación de órganos y de tejidos, subrayó que el primer banco de piel y tejidos del INR representa un gran logro para la asistencia pública, ya que se almacenan tejidos de piel para atender estos casos.
En ese contexto informó que en lo que va del año en el Banco de Piel y Tejidos del INR se han realizado 15 implantes quirúrgicos en pacientes quemados, mientras que en 2012 se hicieron seis y en 2011 cuatro.
Según un comunicado de la Secretaría de Salud, Martínez Flores señaló que la donación de piel y tejidos es muy importante, ya que en un paciente con grandes quemaduras el injerto de piel ayuda a la proliferación de células vivas y, por lo tanto, acelera la cicatrización de las partes afectadas.
“La mayor parte de injertos de piel se pueden utilizar en pacientes con quemaduras de tercer grado, es decir, con más de 30 por ciento de superficie corporal comprometida que afectan la dermis, epidermis y tejido subyacente, y las zonas más frecuentes donde se realiza un injerto son abdomen, cara, periné y espalda”, indicó.
Asimismo, explicó que una de las funciones básicas del banco es el almacenamiento temporal de tejidos, además de hacer el proceso de procuración y procesamiento y en el mismo Instituto Nacional de Rehabilitación emplearlo para los pacientes quemados.
Agregó que el trasplante de tejidos se hace con certificación microbiológica y molecular para identificar material genético de agentes infecto-contagioso que se puedan convertir en un riesgo sanitario, lo que representa que el banco tenga un elevado índice de seguridad sanitario.
En todo momento el tejido se mantiene en soluciones que tienen nutrientes esenciales que evitan que las células mueran y después de un proceso de 36 horas se coloca en una solución para criopreservar y posteriormente se manda a congelación por debajo de 80 grados centígrados, subrayó.
El especialista explicó que los tejidos pueden estar congelados hasta por ocho años y cuando el paciente lo requiere solamente se toma el tejido, se descongela y se hace nuevamente todo el proceso de control de calidad.
Para la donación se extraen láminas de piel que tienen un grosor de 0.5 milímetros y un ancho de 7.5 centímetros; los donantes son cadavéricos y la piel se extrae principalmente de espalda y muslos, enfatizó.
Fuente: México, 3 Oct. (Notimex).