Durante más de diez años el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan logró mantener cierto equilibrio entre valores religiosos tradicionales y democracia moderna pero ahora se ha vuelto más autoritario, consideró la analista de origen turco Ayca Tolun.

La época del equilibrio entre religión y democracia ha terminado, dijo la experta a medios alemanes en la ciudad de Colonia y “ahora Erdogan se deja guiar por su agenda política”.

Desde el punto de vista de la Unión Europea (UE), Erdogan encarnaba la esperanza de lograr una moderna democracia islámica, ya que durante muchos años había logrado conjugar las dos almas del país.

Aún así, frente a la represión en la plaza de Taksim en Estambul, esto parece pertenecer al pasado.

Según Tolun, fue en particular Erdogan mismo quien se transformó: “Cambió su personalidad. Siempre fue un carácter difícil. Nunca toleró contradicciones”.

En este panorama, su partido, aparece muy marcado por su personalidad, y además, desde las ultimas elecciones, “su estilo de gobierno cambió de forma radical, lo que fue objeto de duras críticas”.

“Por ejemplo el año pasado se expresó acerca de temas demográficos. Dijo que las mujeres turcas tenían que tener por lo menos tres hijos y apostó de manera radical contra el aborto, cuya legislación en Turquía era muy liberal”, señaló la experta.

Además, “Erdogan limitó el consumo de alcohol e integró la enseñanza del Corán en las escuelas públicas, siendo que hasta ese momento habían sido laicas. Todo esto demuestra que su gestión se inspira cada vez más por elementos religiosos”.

En este curso, el primer ministro turco no tiene el apoyo de la mayoría de la población, según Tolun. “Erdogan tiene seguidores islamistas, pero son moderados y pueden vivir muy bien en una sociedad moderna”.

Los opositores de Erdogan temen que tenga una “agenda secreta” y que su verdadera visión de la sociedad esté marcada por elementos religiosos.

La especialista turco-alemana recordó que en 1998 Erdogan fue condenado por atentar contra los derechos fundamentales al leer en publico un poema que decía: “La democracia es para nosotros sólo el medio para alcanzar nuestro fin”.

“Esto se ha confirmado con los años: empezó a tomar decisiones de manera unilateral cada vez más y con una orientación religiosa.

La población no experimentó el mismo curso: “la sociedad turca no se hizo más conservadora en los últimos diez años, todo lo contrario”, y los actuales enfrentamientos son prueba de esto, concluyó.

Las protestas que tienen lugar en Estambul son seguidos con mucha atención en Alemania porque en el país hay una numerosa presencia turca.

Hay poco mas de cuatro millones de turcos y de ciudadanos de ese país nacionalizados alemanes. De esa cifra, el número de nacionales turcos en Alemania es de casi tres millones.

Los sucesos en Estambul refuerzan además la posición de la canciller federal Angela Merkel que no acepta que Turquía entre a la Unión Europea como miembro de derecho pleno debido a las diferencias culturales y religiosas, y en cambio apoya una relación privilegiado de la UE con Turquía, pero sin membrecia.

Berlín, 11 Jun (Notimex).