Miles de personas salieron a las calles en 16 ciudades españolas, entre ellas Madrid, para protestar, una vez más, por los planes de privatización de la gestión del sistema de salud pública.
En la capital española, la manifestación, que incluye a ciudadanos indignados, trabajadores sanitarios y sindicatos, salió desde varios nosocomios para concentrarse en la Plaza de Cibeles y de ahí caminar a la Plaza del Sol con la consigna: “La sanidad pública no se vende, se defiende”.
Los manifestantes, muchos de ellos ataviados con batas blancas, gritaron consignas como “Pueblo de Madrid movilízate”, “A estos sinvergüenzas párale los pies”, “Menos Eurovegas y más enfermeras” o “que no, que no, que no queremos pagar su deuda con sanidad y educación”.
El consejero de Sanidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, afirmó que la protesta “es un intento de seguir alargando un conflicto, en interés no de los ciudadanos ni de la sanidad pública, sino en interés de quienes les convocan”.
“Confundir intereses personales, muy legítimos y profesionales o laborales, todos muy legítimos, con el interés del conjunto de la sociedad no es decirle la verdad a la gente”, aseveró.
Defendió “las medidas de reducción de costos” que la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha “para mantener una sanidad pública de muy alta calidad en un tiempo de crisis”, como la centralización de las compras.