Hay estudios que pueden cambiar la medicina y que, como no darían beneficio a las farmacéuticas, requieren de un esfuerzo mayor para que salgan adelante. Ahora, en 11 países europeos se está realizando un ensayo clínico que, si tiene resultados, puede salvar muchas vidas y ahorrar mucho dinero.
En el estudio financiado por la Comisión Europea participan 3.000 pacientes que sufrieron infartos, los que son tratados con células madre de sus médulas óseas.
El ataque cardíaco se produce cuando el suministro de sangre que alimenta al corazón se bloquea repentinamente, con frecuencia debido a depósitos graso de colesterol.
“Los músculos del corazón empiezan a morir, debido a la falta de oxígeno”, explica el periodista médico, Fergus Walsh.
Si esto ocurre, “se necesita un tratamiento rápido que consiste en limpiar la arteria y colocar una malla de metal para mantenerla abierta”, agrega.
A esta intervención se le conoce como angioplastia.
El problema es que el infarto deja secuelas. El corazón queda débil y hace de las tareas diarias un reto.
Salvar y curar
Eso fue lo que le pasó a Neal Grainger, uno de los pacientes que participan en la prueba clínica en Londres.
La diferencia es que una semana después de salvarle la vida, los cardiólogos del hospital de pecho Barts de Londres le inyectaron células madre directamente al corazón que le extrajeron de la médula ósea.
“La idea de que tomen tus células para curar tus células es algo que nunca pensé que sería posible, pero lo es… y me parece fantástico”, cuenta Graingel.
La inyección de esas células madre se hace a través de un tubo, y el objetivo es evitar daños, incluso quizás revertir el que ya está causado.
Las células liberan mensajes químicos que se espera active el mecanismo natural de auto reparación del corazón.
“Esto puede significar que los pacientes queden más sanos y con menos riesgos a tener problemas cardíacos a largo plazo”, informó Walsh.
Neal Grainger será observado durante los siguientes cinco años para ver si hay mejorías en su corazón.
Si bien no tenía sobre peso -y a primera vista parecería un hombre sano- ahora se está cuidando mucho más con una dieta baja en sal. “Nunca pensé que el tipo de mi cuerpo encajaría con el perfil de alguien con problemas cardíacos”, confiesa.
Resultados definitivos
Este no es el primer ensayo clínico que se hace con células madre para reparar el corazón, su relevancia está en la magnitud de la prueba, por lo que se espera que arroje resultados certeros.
“Si esta prueba es exitosa, los beneficios para el paciente serán que podremos tratar algunos de los problemas causados por los infartos”, explica el profesor Anthony Mathur, cardiólogo del hospital Barts.
“Y para el campo de la medicina en general, habremos abierto una nueva rama”.
La razón por la que este ensayo no está financiado por alguna farmacéutica es que las células de una persona no se pueden patentar, por lo que no hay beneficios.
No obstante, los infartos y enfermedades cardíacas le cuestan millones a la salud pública, y es por esto que la Comisión Europea entró en la ecuación.
La creación de un tratamiento con células madre puede salvar vidas… aunque también ahorrar mucho dinero.