El acoso por las calles (morbosear) se presenta de varias formas y viene en varias formas: gritos, gestos vulgares, silbidos, ruidos obscenos o acoso de plano.

Parecerá relativamente inocente, pero el acoso en las calles tiene unos efectos muy negativos. Inmediatamente después, uno suele sentirse irritado, enojados, humillados, amenazados o hasta sienten miedo de que las cosas puedan intensificarse. Luego piensan “¿cómo debí actuar?” Puede tener un gran impacto en cómo te desplazas por las calles.

Aquí hay unos consejos de qué deberías hacer en estos casos cuando te sientes incomodo(a) en lugar de alterar tu ruta o dejar que te arruine el día al no dejar de pensarlo.

Si a ti te dicen de cosas en la calle

Evalúa tu seguridad: como cada situación es diferente, no hay una respuesta perfecta para cada ocasión. Si es de noche y estas caminando en una zona con poca gente o si el que te acosa viene en grupo, es mejor no decir nada.

Haz contacto visual: un lenguaje corporal fuerte, particularmente mirar a tu acosador directamente a los ojos, lo sorprenderá. Sirve esto porque ya que te ven mirándolos directamente, no reaccionan y no pueden decir nada más. Los obliga a pensar en lo que están haciendo y diciendo.

Usa una voz firme: deberás confrontar a tu acosador y decirle con confianza y en fuerte que lo que hace te molesta y no esta bien. Hasta puedes pedir que repitan lo que dijeron o volteales la situación si se prestan a eso las circunstancias.

Evita recurrir a las groserías: es difícil de resistir, pero ponerte altanero puede resultar contraproducente. Funcionará en algunos casos, pero agredir a tu acosador puede hacer que responda agresivamente también.

Simplemente sigue caminando: después de hacer contacto visual y dijiste cualquier comentario para ponerlo en su lugar, sigue con tu camino, no te detengas. De esta manera el acosador no creerá que lo estás invitando a conversar.

Finge que recibes una llamada: si aún te están molestando incluso después de irte, haz como si llamarás a un amigo y di que ya casi llegas para verlo. Si sientes que las cosas van a empeorar de todos modos, llama a la policía y no finjas.

Si eres testigo de esta clase de acoso

Interviene directamente: después de evaluar la situación y ves que puedes intervenir sin empeorar las cosas en el caso de que seas testigo de esta clase de acoso, acercate a la persona y dile que pare o haz un comentario despectivo para que te escuche.

Crea una distracción: hay formas que puedes interrumpir el acoso de uno de estos individuos sin en realidad involucrarte directamente. Acercate al acosador y pide direcciones o finge que lo conoces.

Involucra a otros: normalmente cuando más gente se involucra, los acosadores paran. Si pasa en una obra de construcción, encuentra al ingeniero a cargo; si pasa en el metro, busca a un guardia de la estación, si estás rodeado de gente, crea un pequeño mitin en contra del individuo grosero.

Habla con la víctima: si ya pasó tiempo y el hecho ya fue, acercate a la persona que fue acosada di algo por el estilo de “lo siento por eso que pasó” o “eso me pasa todo el tiempo”. La solidaridad ayuda a que lo dejen atrás.

Después de haber sucedido todo y te sientes perturbado(a) al respecto, comparte con tus amigos y platica con ellos y recuerda que la culpa no la tienes tú, sino quién sea que haya educado a esa persona que te faltó el respeto.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.