Todos sabemos, o deberías saber, que no debes de tronar tus grano. No sólo te puede dejar con una cicatriz, pero puedes hacer que entren más profundo las bacterias, causando un ciclo interminable de granos apareciendo en la misma área.

Pero sabemos que hay casos donde no puedes evitar deshacerte de ellos inmediatamente, así que te damos una lista de las mejores maneras de tratar un grano reventado para que no le haga daño a tu piel y sane rápidamente:

Ten las manos siempre limpias

No toques nada en tu cara antes de lavarte las manos bien con jabón y agua, si no, podrías empeorar la situación. Las manos sucias arrastran más bacterias entre grano y grano hasta otras partes de tu cara, causando que se propaguen más los granos. Y bacterias ajenas pueden hacer que un grano pase de ser una pequeña molestia temporal a una inflamación duradera.

Usa alguna pomada

Al tronar un grano, se vuelve una pequeña herida, así que lo mejor es aplicar algún ungüento antibiótico como el neosporin para apresurar la curación durante la noche. De día es mejor que lo dejes respirar con nada encima para que cierre más rápido.

No sigas una vez tronado

Una vez que revientas un grano, resiste la tentación de sacar todo lo que queda dentro, incluso si sabes que hay más que exprimir. Sólo causarás que se inflame y le causarás más daño a esa zona de tu piel, incrementando las probabilidades de dejarte una cicatriz o empeorar el grano.

Deja la costra en paz

Lo más importante para evitar cicatrices es dejar las costras en paz y permitir que se caigan por su propia cuenta. La piel se esta regenerando debajo de esa sangre coagulada e interrumpir este proceso es lo peor que puedes hacer. Cualquier costra que se forme después de esa primera no se acomodarán tan bien como la primera y casi tienes garantizado tener una cicatriz o decoloración como resultado.

Ocultalo con cuidado

Esta bien usar maquillaje sobre un grano reventado, pero no es lo ideal, pero si lo limpias con cuidado todas las mañanas y las noches y duermes sin maquillaje, no debería de interferir con la curación.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.