No te preocupes, no es raro que la primera vez que tengas sexo con alguien sea torpe y menos que ideal.
Cuando entras a una situación con las expectativas altas, es probable que te desilusiones. También, si una pareja ha estado saliendo y hay mucho interés de por medio, hay más en riesgo, causandole a los dos ansiedad y nervios lo cual puede perjudicar su desempeño.
Toma tiempo y esfuerzo conocer el cuerpo y los gustos de tu pareja porque todos somos diferentes. Necesitarás ser paciente e ir aprendiendo sobre el cuerpo de tu nueva pareja para ver qué le gusta y qué no.
La solución probablemente te guste mucho: hay que tener más sexo para aprender lo que a tu pareja le gusta en la cama.
El sexo mejora cada vez, no sólo porque estás aprendiendo del cuerpo de esta otra persona, sino que la intimidad va creciendo también.
Si continúan teniendo sexo y las cosas no mejoran, entonces deberías de preguntarte si la relación lo vale, especialmente si tu pareja no te quiere comunicar alguna forma de mejorar las cosas.
Claro, si el sexo es terrible o algo en tu interior te dice que algo no anda bien, no tienes ninguna obligación de seguir teniendo sexo con esta persona o de seguirla viendo. Esto es particularmente serio si el sexo es malo porque tu pareja es una persona egoísta en la cama y sólo le preocupan sus necesidades.
Pero si estás comprometido a hacer que funcione la relación, sigue intentando y comunicando tus deseos. Poco a poco irá mejorando el sexo conforme vaya aumentando la confianza, seguridad y la intimidad.
La comunicación es sumamente importante en esta situación. Sonará obvio, pero es increíble la cantidad de personas que no le preguntan a sus parejas cómo les gusta que los toquen. No tienes que entrevistar a tu pareja con preguntas de qué le prende y qué no, basta con preguntar “¿te gusta esto?” cuando están teniendo sexo de vez en cuando (pero no abuses).
Publicado por Othón Vélez O’Brien.