¿Qué miedos tiene un hombre en el sexo? Es una pregunta que no solemos formularnos. Inicialmente, pensamos que somos las mujeres las únicas que tenemos miedos y vergüenza en las relaciones sexuales, pero no es así. En ambos géneros sentimos temor a la hora de estar con alguien en la cama y de tener relaciones sexuales.
Eyaculación precoz
Los hombres tienen miedo a la eyaculación precoz. ¿Por qué sienten este miedo? Si un hombre sufre eyaculación precoz el nivel de satisfacción en la cama se reduce.
Normalmente la mujer no llegará al orgasmo y el hombre no podrá satisfacerla. Aunque, claro, en estos casos, en lo que debería hacerse un esfuerzo es en que la satisfacción sexual no se focalice en la penetración. Ahí es dónde el hombre tiene que superar ese miedo a la eyaculación precoz porque se pueden seguir haciendo muchas cosas.
¿Daré el ancho?
Es una constante dentro de la cabeza de los hombres . Uno de sus principales temores cuando conocen a una chica y no tienen confianza es “¿daré el ancho?” No complacer a la mujer o no llegar a ser “el mejor de sus amantes” es un miedo muy común en la cabeza de los hombres.
Si la mujer no disfruta en el sexo con él, el hombre se plantea si ha sido por su culpa y esto puede llegar a ser un motivo de preocupación. Es algo que les puede distraer e incluso provocar que el pene no entre en erección.
Las comparaciones son odiosas
Uno de los grandes males de las relaciones afectivas son las comparaciones. Cuando un hombre conoce a una mujer y esta viene de otra relación de pareja, normalmente un motivo de preocupación es que le comparen con su ex-novio o con otras relaciones.
Si la persona que está enfrente no para de decir frases como: “pues mi novio me hacía….”, “cuando estaba con mi novio nos gustaba….”, etc. se puede generar una sensación de infravaloración. No es bueno compararnos con otras personas y menos con aquellas que han tenido una relación con nuestra nueva compañera de cama.
Miedo al rechazo
A todos nos da miedo que nos rechacen. Algo que está presente en la cabeza masculina es que proponga cosas en la cama y la chica se espante, salga corriendo y no quiera volver a verle. Por eso, hay que intentar ser educado con el otro y en vez de asustarte con sus proposicones, lo mejor es decirle: “no se me antoja hacer esto porque….” es decir, hay que dar un argumento para que el otro no piense que es un rechazo a la persona, sino un rechazo al plan que está proponiendo.