Aunque lo parece, no es la solución. De hecho, nada más lejos: ingerir azúcar sólo conseguirá que quieras más azúcar, y no te conviene nada meterte en ese círculo vicioso. Tampoco optar por otros alimentos considerados más sanos, como las barritas energéticas o el helado. Elige, en cambio, estas alternativas que te proponemos, porque, además, son mucho más consideradas con tu línea.

Decántate sólo por aquellas barritas energéticas endulzadas de manera natural (miel, dátiles o azúcar de coco), e intenta que tengan los mínimos ingredientes posibles.

Reemplaza las bebidas isotónicas o refrescos (cargados de azúcar) por agua con limón y estevia o sacarina. Además de saciarte, el limón te aportará los minerales y electrolitos naturales necesarios para que te encuentres mejor.

Si lo que te apetece es un yogur, ten en cuenta que es mejor que tomes uno de los tradicionales que vienen en envase de cristal (y que lo endulces con miel o le añadas fruta) a que elijas uno desnatado cargado de edulcorantes artificiales.

El helado, además de contener cantidades ingentes de azúcar, tiene lactosa, que puede hacer complicada su digestión. Cámbialo por un smoothie de fruta con plátano y arándanos, y mételo en el congelador unos 15 minutos antes de tomártelo.

Y aquí está la buena noticia: no tienes porqué sustituir el chocolate por nada, porque comer chocolate aporta muchas cosas buenas. Eso sí, asegúrate de que el que compras tenga como mínimo un 72% de cacao, y si sólo contiene ingredientes orgánicos… mucho mejor.

(Harpers Bazaar)