Un embrión humano, que contiene alrededor de un par de cientos de células, es más pequeño que el punto al final de una frase. Los científicos necesitan microscopios potentes para ver a estos precursores de vida y para tomar de ellos las células madre, que pueden convertirse en cualquier célula del cuerpo.

A principios de esta semana se anunció un gran avance en este campo. Un grupo de investigadores publicó en la revista Cell pruebas de que habían creado células madre embrionarias mediante clonación. Los científicos produjeron embriones con células de la piel y luego los usaron para generar líneas de células madre.

“Es un enfoque muy potente, con un potencial para generar casi cualquier tejido del cuerpo, genéticamente idéntico al del paciente”, explicó Jeff Karp, profesor asociado de la Escuela de Medicina de Harvard y codirector del Centro de Terapia Regenerativa en el hospital de Mujeres Brigham de Boston.

La creación de un embrión a partir de un óvulo y una célula de la piel parece magia, pero ¿qué tan prácticas serán las células madre posteriores?

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[sws_red_box box_size=”630″] Qué hicieron [/sws_red_box]

Normalmente, un embrión surge cuando el esperma entra al óvulo y comienza a dividirse. Sin embargo, para este experimento, Shoukhrat Mitalipov y sus colegas de la Universidad de Ciencia y Salud de Oregon comenzaron con células de la piel de un niño de ocho meses con una enfermedad genética. No utilizaron espermatozoides.

Para crear cada embrión, tomaron el ADN de un óvulo (para que estuviera hueco) y lo reemplazaron con el ADN de la célula de la piel. El ADN del bebé fue el único material genético que se utilizó.

Con la ayuda de productos químicos, el óvulo comenzó a dividirse al igual que uno fertilizado. Entonces, después de varios días, surgieron embriones genéticamente idénticos al bebé, de los cuales se tomaron las células madre.

Pero estas investigaciones conllevan una controversia inherente porque, para utilizar las células madre, el embrión —un conjunto de células que puede desarrollarse como un ser humano— debe destruirse, aunque sean los restos de una fertilización in vitro. 

Sin embargo, Mitalipov argumenta que los embriones creados en su estudio, a partir de células de la piel y óvulos, no generan bebés. Eso habría requerido tecnología adicional y no fue parte de la investigación.

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[sws_red_box box_size=”630″]Una alternativa [/sws_red_box]

Si bien este descubrimiento es un gran avance técnico, ya existe un método para obtener células madre embrionarias que no requiere el uso de embriones: las células madre pluripotentes inducidas (IPS, por sus siglas en inglés), detalló George Daley, director del Programa de Trasplante de Células Madre del Hospital Infantil de Boston y experto internacional en células madre.

Las IPS pueden provenir de cualquier célula del cuerpo humano, incluidas las de la piel, por lo que no hay dilema moral.

Los investigadores han desarrollado métodos de inserción de genes que “hacen retroceder el reloj” en las células ya especializadas, para que puedan tener una nueva función. Sin importar su pasado, pueden ser reprogramadas como cualquier tipo de célula que los investigadores quieran.

El nuevo estudio implica un procedimiento complejo que requiere la donación de óvulos y demanda la manipulación de componentes celulares en una escala diminuta, explicó Daley.

Falta descubrir si estas células madre embrionarias clonadas tienen una mayor utilidad terapéutica que las IPS, y aún quedan dudas sobre su efectividad.

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[sws_red_box box_size=”630″]¿Cuál es el mejor tipo de célula madre? [/sws_red_box]

Cuestionamientos éticos aparte, los investigadores dicen que necesitan explorar las células madre pluripotentes embrionarias e inducidas para saber qué funciona mejor con diversas enfermedades y condiciones.

Aún hay preocupaciones sobre las IPS, pues fueron creadas insertando cuatro genes nuevos.

“Recuerden, esta fue una manipulación genética que se hizo para generar esas células, y existe la preocupación de que todo lo que derive de ellas y se injerte en el paciente lo ponga en riesgo”, dijo John Gearhart, director del Instituto de Medicina Regenerativa de la Universidad de Pennsylvania y uno de los pioneros de la investigación con células madre.

Sin embargo, existen nuevas técnicas para crear células madre pluripotentes sin modificaciones genéticas permanentes asociadas con los tumores.

En ratones, Daley y sus colegas demostraron que las células madre derivadas de la transferencia nuclear —la técnica descrita en el documento de Mitalipov— tenían más parecido a las células madre embrionarias naturales que las IPS. Pero las diferencias son tan sutiles, que quizá no sean significativas, señaló.

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[sws_red_box box_size=”630″]¿Es clonación? [/sws_red_box]

El nuevo estudio consiste en algo similar a la técnica que llevó al nacimiento de Dolly, la famosa oveja clonada que nació en julio de 1996. Pero hacer embriones para la reproducción requeriría técnicas más avanzadas, y los científicos serios no avalan la clonación humana para la reproducción.

Mitalipov, autor principal del artículo, ríe cuando se le pregunta si quiere clonar a una persona. “No, por supuesto que no”.

“Probamos el mismo método para clonar monos, ya que habíamos estado interesados por la investigación biomédica para producir monos clonados, y nunca funcionó”, comentó. “Hemos estado trabajando durante una década en esa área”.

Mitalipov y sus colegas no tenían intención de que esta investigación condujera al nacimiento de un ser humano clonado.

Los investigadores dicen que los animales clonados han tenido tantos problemas de salud, incluida Dolly , que no sería ético tratar de crear un ser humano clonado.

“Ningún científico legítimo daría un paso adelante para aplicar esto en la clonación reproductiva, o para un trabajo de fertilidad”, dijo Daley. “Yo diría que realmente no hay buenas razones médicas para generar un bebé clonado”.

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[sws_red_box box_size=”630″]Entonces, ¿qué es lo bueno? [/sws_red_box]

Hay un área importante donde los expertos dicen que el método de Mitalipov podría tener enormes implicaciones: las enfermedades mitocondriales.

Las mitocondrias son las “centrales de poder” de las células, suministrándoles energía química. El ADN en la mitocondria se hereda por completo del óvulo de la madre, a diferencia del ADN en el núcleo de la célula, que proviene de ambos padres.

Las mutaciones en el ADN mitocondrial pueden causar enfermedades mortales, y sus mutaciones asociadas se transmiten a las nuevas generaciones. Las células madre pluripotentes inducidas preservan estas mutaciones perjudiciales, detalló Mitalipov.

El ADN mitocondrial de una célula desarrolla mutaciones a lo largo de toda la vida, poco a poco, y puede resultar en enfermedades tales como el mal de Parkinson y la diabetes, señaló el científico. Posiblemente algún día habrá tratamientos con células madre para el envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad, agregó.

La única manera de asegurarse de que las células madre derivadas de un paciente adulto no tienen mutaciones en el ADN mitocondrial sería utilizar la técnica mostrada en el nuevo estudio, dijo Mitalipov: crear embriones con células del propio cuerpo del paciente y óvulos sanos.

En un estudio de 2012 publicado en Nature, su grupo también demostró la posibilidad de que a partir del uso de técnicas genéticas se reconstruyan embriones sin mutaciones mitocondriales no saludables. Esto no es clonación, pero se basa en algo similar, y podría curar la enfermedad genética de algún linaje.

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[sws_red_box box_size=”630″]¿Qué sigue? [/sws_red_box]

Daley estima que los ensayos clínicos de células madre con humanos iniciarán en uno o tres años, pero tal vez llevará una década o más para que el impacto de la terapia con células madre se generalice.

Gearhart está convencido de que cuanto más aprendemos a manipular las células madre de manera segura, habrá una forma de proporcionarlas a los pacientes que las necesitan. Pero hay diferentes niveles de riesgo según los usos. Siempre habrá un cálculo de pros y contras por hacer, dijo.

Algunas áreas de la investigación con células madre han demostrado ser más difíciles que otras. Las células beta para la diabetes tipo I han sido “un hueso difícil de roer”, dijo Gearhart, pero los avances hay avances prometedores con enfermedades del corazón, algo en lo que su laboratorio ha estado trabajado, así como de los ojos.

“Creo que respecto a esto, habrá momentos emocionantes en los próximos años”, dijo.

CNN