Amados por los carnívoros y veganos por igual, los frijoles son uno de los legumbres más versátiles. Son perfectos para cualquier platillo, son buena base para una hamburguesa vegana, etc.

Claramente se come mucho frijol en todo el mundo, ¿pero qué tan saludables son en realidad?

Pues, los frijoles son de los legumbres más nutritivos que puedes consumir. Su cáscara contiene fuertes antioxidantes que han sido vinculados a señales reducidos de envejecimiento y una disminución de riesgo de cáncer.

Esta es la información nutritiva para una taza de frijoles negros:

  • 227 calorías
  • 15 g proteína
  • 1 g grasa (.2 g saturada)
  • 15 g fibra
  • 41 g carbohidratos
  • .5 g azúcar
  • 2 g sodio

Los frijoles tienen muchos beneficios para la salud

Te ayudan a sentirte bien

En una taza hay 15 gramos de proteína y 15 gramos de fibra. Esta combinación sirve para mantenerte saciado por más tiempo. Sin suficiente de estos dos nutrientes te sentirías cansado y lento. Y por su alto contenido de zinc te ayuda a metabolizar la grasa.

Controlan el azúcar en tu sangre

Si estás a dieta bajo en índice glucémico, los frijoles negros son tu complemento ideal. Contienen almidón resistente que pasa a través del intestino delgado sin digerir en gran parte que ayuda a prevenir que suban los niveles de azúcar en tu sangre.

Ayudan contra enfermedades del corazón

Pueden mantener sano tu corazón manteniendo bajos los niveles de colesterol. Las grandes cantidades de fibra soluble que contienen los frijoles han demostrado que pueden disminuir el mal colesterol.

Los frijoles, sin embargo, sí tienen algunas desventajas

La mayoría de la gente puede comer frijoles sin problema, pero si tienes síndrome de intestino irritable, podrás padecer de gases o hinchamiento cuando te comes frijoles por sus altos niveles de fibra. En este caso, deberás aumentar tu consumo progresivamente.

De manera similar, aquellos con hipertensión deberían de tener cuidado al consumir frijoles enlatados ya que pueden contener mucho sodio. Enjuaga los frijoles de lata antes de comerlos o compra los que tengan en la etiqueta “reducido en sodio.”

Publicado por Othón Vélez O’Brien.