Resulta que no hay un gran consenso con respecto al tema. Algunos expertos dicen que el refresco light no vale la pena y que es mejor simplemente no consumirlo ya que está lleno de químicos nocivos para la salud, incluyendo endulzantes artificiales, los cuales sólo hacen que se te antoje mucho más algo con más calorías después. Además, están vinculados con aumento de peso, de presión sanguínea y diabetes.
Pero otros expertos dicen que muchas de estas investigaciones son auto-reportadas por los participantes de los estudios, así que probablemente no sea muy fidedigna la información. Además, dicen que estudios observacionales no pueden establecer una relación de causa/efecto de manera distintiva.
Aquellos que consumen refresco dietético que tienen comportamientos de estilo de vida asociados con mala salud corren mayor riesgo que aquellos que la consumen pero tienen hábitos sanos en su estilo de vida. Los variables incluyen ser sedentario contra activo, uso de tabaco y alcohol y más.
Estos variables hacen que sea más difícil distinguir si el puro consumo del refresco light es la causa de los resultados negativos en la salud o si es la acumulación de todos estos factores que entran en juego.
Pero fin y al cabo, la elección siempre va a ser personal. La gente intenta dejar el refresco por completo, pero las bebidas carbonatadas son algo difícil de dejar. Ya la decisión queda entre que si quieres una pequeña cantidad de un endulzante artificial o mucha azúcar refinada en tu bebida.
Así que realmente se trata de elegir el menor de dos males. Para aquellos que quieren disminuir su consumo, recomendamos que tomes pasos como dejar de tener refresco en la casa y sólo consumirlo cuando comas fuera.
También es importante saber que un sólo ingrediente en toda tu alimentación no va a descarrilar tu nutrición. Así que si de vez en cuando quieres un refresco light, no pasa nada. Con tal de que el refresco no sea una parte íntegra de tu dieta, no deberías de tener de qué preocuparte.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.