Aunque se presentan en un 10 por ciento de los casos, las repercusiones neuro-psiquiátricas en los pacientes con lupus eritematoso sistémico (LES) tienen un fuerte impacto ya que pueden limitarlo social y hasta físicamente.

Por ello, el experto reumatólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Mario Salazar Páramo, sugirió a los pacientes con esta enfermedad vigilar su estado neuropsiquiátrico.

Indicó que convulsiones, migraña y mielitis transversa, afectación ésta que daña la médula espinal y compromete la capacidad de movimiento del paciente, son algunas de las manifestaciones neurológicas que pueden desarrollar los pacientes con lupus.

Destacó que eventualmente este tipo de manifestaciones, junto con otras de tipo psiquiátrico como agresividad, depresión, llanto fácil y personalidad histérica, suelen ser los síntomas con el que el lupus debuta.

«Es importante tomarlas en cuenta sobre todo cuando éstas se presentan en mujeres en edad productiva, de 15 a 45 años», dijo el especialista y señaló que el lupus eritematoso se ubica entre los diagnósticos de mayor frecuencia como motivo de consulta en el citado nosocomio.

Apuntó que existen casos en que las primeras manifestaciones son precisamente de tipo neuro-psiquiátrico lo que propicia que los pacientes sean atendidos en centros de salud mental, dejando pasar un tiempo muy valioso para el tratamiento integral del LES.

Detalló que el lupus eritematoso es una enfermedad reumática de las llamadas autoinmunes, es decir, en las que el organismo crea anti-cuerpos contra sí mismo con repercusiones muy importantes a nivel renal, cardíiaco, dermatológico y, en menor escala como ya se mencionó, en el ámbito mental y cerebral.

Comentó que si bien los cuadros febriles crónicos e incluso el daño renal, la caída del pelo y las úlceras en la boca son muy sugestivos de lupus, hay que estar atentos ante manifestaciones neuro-psiquiátricas como las aquí señaladas.

Este tipo de complicaciones intracraneales, comentó, además de los riesgos ya citados, pueden conducir al paciente a vasculitis, es decir, inflamación de vasos sanguíneos a nivel cerebral y con ello aumentar la probabilidad de sufrir los llamados eventos vasculares en el cerebro.

Agregó que las manifestaciones más severas incluyen infartos o hemorragias en ese importante órgano, con el consabido riesgo de incapacidad e incluso de muerte.

«Hay otros pacientes que desarrollan neuritis óptica que se manifiesta por ceguera súbita y lo que es muy común es la cefalea en el paciente con lupus, equiparable con migraña», reiteró el médico, quien subrayó que «es muy amplia la variedad de síntomas neuropsiquiátricos del lupus».

Admitió que el diagnóstico y tratamiento del LES es todo un reto médico por todas sus implicaciones en los más diversos órganos y sistemas y dijo que una muestra laboratorial es obligada para determinar la presencia de anticuerpos muy específicos que, en caso de encontrarse, ameritan seguimiento del paciente.

Mencionó que el lupus tiene un componente genético, esto es que quien lo desarrolla trae ya una predisposición innata; basta que entre en contacto con algún ‘disparador’ que lo desencadene el cual en la mayoría de los casos tiene que ver con cuestiones de contaminación ambiental.

El año pasado el lupus eritematoso sistémico significó un total de nueve mil 408 consultas en la mayoría de los casos en pacientes del sexo femenino ya que esta patología tiene una predilección por este género en proporción de nueve mujeres por un hombre, concluyó Salazar Páramo.

Guadalajara, 7 May. (Notimex).