Los hábitos alimenticios en el trabajo han cambiado completamente con el pasar del tiempo.

Hoy en día, más emprendedores y oficinistas prefieren comer en sus escritorios en lugar de irse por una hora de la oficina. No es la situación ideal para comer y puede resultar con menos productividad, pero se ha vuelto lo normal.

Pero sólo porque todos lo hagan, no significa que todos lo hacen educadamente. Antes de comer en la oficina, es bueno que consideres estas reglas de etiqueta:

Evita comer comidas olorosas: es una buena idea evitar comida con ajo, cebolla o especies pesados. Comida como el curry puede impregnar su olor por toda la oficina al igual que en tu aliento.

Planea el tiempo que comerás: lo mejor es que comas a la misma hora que siempre comes. Si hay otros comiendo alrededor de ti, es menos probable que molestes o distraigas a tus compañeros con tu comida.

Tolera las interrupciones: no esperes que tu jefe y tus compañeros te dejarán en paz sólo porque te ven comiendo, especialmente si trabajas en un cubículo. Estando en la oficina la gente no se dará cuenta que estas ocupado. Podrás cambiar tu estado en Facebook para que diga que estas ocupado, pero la gente que te ve en la oficina no asumirá que no estás libre.

Apaga tu telefono: la hora de comer es un perfecto momento para que te pongas al tanto con tu trabajo o leas tu correo, pero hazte un favor y pon tu teléfono en silencio y date un descanso. Además, no es lo ideal hablar por teléfono con la boca llena de comida.

Cuidado con bacterias: todo en tu escritorio puede terminar bien sucio si comes regularmente ahí. Limpia y desinfecta tu espacio todos los días y no dejes sobras en la basura toda la noche para los bichos.

Mantén limpia la oficina: siempre limpia lo que ensucies. Si compartes una cocina en la oficina tienes que estar pendiente de cualquier cosa que ensucies. Limpia los platos que uses y no dejes que se amontonen y se queden ahí por horas. Saca la comida vieja del refrigerador para evitar malos olores.

Pregunta si a nadie le molesta: si tienes dudas, pregúntale a tus compañeros si les molesta que comas enfrente de ellos. Esto es importante porque hay gente más sensible a los olores de comida o puede ser por alergias u otras cuestiones de salud.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.