Fernando, un niño que perdió la vista tras ser atacado por su mamá y su tía en un ritual religioso, regresó este viernes con su papá y su abuela paterna después de que el Tribunal Oral del Distrito Judicial de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, ordenó su reintegración a la familia.
Durante más de un año, el menor y su hermano Kevin, permanecieron en el albergue Villa Hogar del DIF del Estado de México (DIFEM) como medida de protección. En mayo de 2012, la madre y tía de Fernando le sacaron los ojos en un ritual religioso. El menor estaba a punto de cumplir 6 años cuando perdió la vista definitivamente.
Noel Alvarado Arvizu y Martha Julieta Arvizu, padre y abuela de los niños recibieron este viernes a Fernandito y Kevin. Caritina Saénz Vargas, directora general del DIF del Estado de México, entregó a los pequeños de 7 y 11 años, respectivamente, informó el gobierno del Estado de México en un comunicado.
CNN