Ha sido conocimiento general que para bajar de peso, además de tener de comer bien, hay que dejar el alcohol a un lado también. Sin embargo, ahora resulta que es posible que esto no sea cierto.
Existe un estudio, llevado a cabo en 2015, que brinda un vistazo en cómo el alcohol realmente podría afectar tu esfuerzo para bajar de peso.
Los investigadores de este estudio primero revisaron estudios transversales que investigaron el vínculo entre el alcohol y el índice de masa corporal de gente pasada de peso. Descubrieron que en la mayoría de los casos, el alcohol no estaba relacionado con el peso de la gente y los bebedores pesaban menos que aquellos que nunca beben.
Sin embargo, los investigadores sí descubrieron que el consumo excesivo de alcohol estaba relacionado con un incremento en obesidad.
Los investigadores luego revisaron sus estudios prospectivos. Su conclusión fue que no existía una relación clara entre el alcohol y el peso. Varios de los estudios tampoco encontraron esta relación mientras que algunos si descubrieron una asociación negativa entre el alcohol y el peso.
Esta investigación está buena y todo, ¿pero qué significa en realidad para ti? Significa que, al igual que todo, beber en moderación seguramente no te causará que subas de peso (esto significa que ni más de dos bebidas por día).
Fin y al cabo, todos somos diferentes, así que la genética, tu dieta y peso en general y rutina de ejercicio todos tienen un papel importante en determinar lo que pasará si también bebes. La clave es simplemente estar consciente de cuánto estás consumiendo y ajustarte según corresponda si notas efectos negativos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.