El futbol está tan plagado de faltas fingidas dignas de un Oscar que verlas ya no nos causa nada más que gracia (bueno, a menos que el árbitro se las crea y haga válida la amonestación). Y para comprobar que además de divertidas, las exageraciones son absurdas, sólo basta con trasladarlas a las situaciones de la vida diaria.
Por ejemplo: estar en el metro, que alguien te toque el hombro ligeramente para indicar que quiere bajar en la próxima parada y tirarse al suelo gritando. Esta clase de situaciones ridículas las refleja Everyday Football Fouls, un video que lleva a situaciones cotidianas las grandes actuaciones que suceden en el terreno de juego.