Una de las cuestiones más comentadas antes de que comenzara el Mundial en Brasil este año era la de la cantidad de dinero que el gobierno estaba gastando para un evento deportivo mientras que grandes porciones de la población viven en pobreza.

Al final terminó costando alrededor de $14.5 mil millones, de los cuales $11.3 mil millones fueron usados para la infraestructura que permitió que se desplazaran los visitantes alrededor del país.

Pues en Rusia será una tarea aún mayor. Así que debería ser poco sorprendente que el gobierno de Vladimir Putin tiene como meta gastar más en el Mundial del 2018: $20 mil millones. Ese sería el torneo de futbol más caro en la historia. Desde que Rusia apenas consiguió el derecho de ser anfitrión, el costo se estimaba por la mitad.

Antes de Brasil, el Mundial más caro fue en Alemania en el 2006, con un gasto de $6 mil millones.

Esto viene justo detrás de el gasto de $50 mil millones que hizo Rusia para las Olimpiadas de Invierno en Sochi, una suma de dinero que los expertos están de acuerdo que no trae ningún beneficio duradero para el país.

Aunque la Copa Mundial parece que producirá menos desperdicio que Sochi. Existe un debate sobre lo bien que será gastado este dinero. Los 12 estadios en las 11 ciudades están siendo construidas desde cero o están siendo significativamente remodelados.

Mientras que los estadios en Moscú y San Patersburgo tienen remodelaciones pendientes, lo más seguro es que serán usados, la liga premier rusa en promedio junta 11,000 espectadores por partido. Considerando que ninguno de los 12 estadios tiene menos cupo que de 43,000 seguramente habrán asientos desocupados aún si es muy exitoso ese mundial.

Aunque claro, todo esto no se compara con los $200 mil millones que esta prometiendo gastar Qatar para el mundial del 2022.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.