El Distrito Federal presenta problemas de zoonosis (enfermedades transmisibles de animales a humanos) por fecalismo canino; su manejo inadecuado origina 620 toneladas de excrementos cada día, alertaron Blanca Lilia Gaspar del Angel y Bertha Guadalupe Sánchez Dorantes.
Las expertas de la Escuela Nacional de Trabajo Social, y de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, respectivamente, trabajan en el proyecto “Responsabilidad social en la tenencia de animales de compañía”, mediante el cual residentes de un conjunto habitacional en avenida del Imán se han sensibilizado sobre el problema que representan las heces de los perros que ahí cohabitan.
Gaspar del Angel señaló en un comunicado que esa situación, además de la presencia de fauna silvestre, coloca a los vecinos en riesgo de zoonosis (enfermedades transmisibles de animales a humanos).
Abundó que una de las primeras acciones llevadas a cabo en la unidad habitacional fue la elaboración de un mapa para detectar los riesgos ambientales percibidos por los habitantes, como residuos sólidos, heces de canes, gatos y ardillas, así como otro tipo de contaminantes como pilas y automóviles abandonados.
También levantaron un censo en mil departamentos para saber cuántos animales de compañía había; 280 reportaron tener al menos uno (preferentemente razas pequeñas), pero sólo cuatro estar al día con vacunas antirrábicas, esterilización y desparasitación.
Los perros sin esquema de vacunación posiblemente tengan parásitos que eliminan al defecar; esas heces se pulverizan al secarse y pueden ser respiradas por los humanos, lo que da lugar a diversas afecciones, estableció la especialista.
A su vez, Sánchez Dorantes expuso que aunque la participación de los residentes no se ha incrementado, muchas personas, más que al inicio del proyecto, recolectan los desechos de sus animales. No obstante, “trabajar ahí, en ese aspecto, no ha sido fácil”, admitió.
Si bien es cierto que el problema no desapareció, sí disminuyó la cantidad de heces, en comparación con el comienzo de esta labor, en 2008, entre otros motivos porque la población se informó y cobró conciencia.
Además, se espera que las autoridades delegacionales proporcionen infraestructura que favorezcan cambios de comportamiento.
Con los años se han observado modificaciones en el conocimiento de los animales de compañía, en el trato hacia ellos y en el comportamiento de los dueños, particularmente al levantar las heces. Además, la población de la unidad ha demandado la colocación de contenedores para depositar esos desechos, destacó.
En una siguiente fase del proyecto, que se aplicará a mediados del 2014, las universitarias verificarán qué acciones han tomado los residentes ante las autoridades locales.