Si nunca tuviste una mascota, estas comunidades te permiten vivir la experiencia en pequeñas dosis. Brad Holt
Un soltero busca una mascota que lo acompañe de paseo por el parque y lo ayude a lograr nuevas conquistas. Una oficinista ocupada busca niñera para su perro, que pasa muchas horas solo en casa. Una pareja está interesada en experimentar en pequeñas dosis lo que significa tener una mascota para toda la vida. Sin darse cuenta, todos buscan lo mismo: una comunidad para compartir mascotas.
Aunque es una idea aparentemente inédita, varios sitios en Internet comparten el mismo fin de darle a las familias e individuos modernos la posibilidad de intercambiar una mascota para cuidarla de manera flexible, práctica y fácil.
Estas comunidades online conectan a quienes ya tienen un perro con los amantes de estos animales que -por algún motivo- no pueden cuidar de uno tiempo completo. Además, le brinda a los dueños una forma de dejar a su mascota a cargo de personas confiables sin los gastos que requiere un paseador o un cuidador especial.
Existen sitios de Internet que permiten compartir la mascota con otros. Matthew Kenwrick/Creative Commons
Uno de ellos es City Dog Share, con sede en California. Este sitio permite que se encuentren dueños de perros con personas que podrían serlo en el futuro. Los dueños permiten que otros los saquen a pasear o los cuiden, mientras que el resto de la comunidad puede “alquilar” un perro cuando lo desee. Al publicar una foto de tu can y de sus necesidades, automáticamente puedes empezar a recibir mensajes de interesados.
Otro emprendimiento similar es Borrow My Doggy, oriundo del Reino Unido. Con una mecánica similar, BMD permite que los “beneficiarios” del programa puedan alquilar un perro desde por una hora hasta por un mes. Para asegurarse de que los “dueños temporarios” sean personas responsables, cuenta con un sistema de verificación de la información y una tarifa de registro única. Además, tanto el dueño como quien lo recibe a préstamo se reúnen junto al perro en una caminata previa para conocerse.
Por último, un servicio en la misma línea es Rover. Se trata de una compleja plataforma en donde tanto los dueños como las potenciales “niñeras” completan información exhaustiva sobre sí mismos y su experiencia con animales. Las niñeras determinan su tarifa por hora o por día y puede incluir servicios como baño y otros.
¿Podría crearse algo así también para los gatos? ¿Qué opinas? Ellie/Creative Commons
En cualquiera de los casos, se alientan las reuniones en persona entre quienes prestan a su mascota y quienes la reciben, para asegurarse de que se cumple con las expectativas y lograr tener un trato más íntimo entre ambas partes.
Por ahora, el servicio se orienta casi exclusivamente a perros, pero pronto podría expandirse también a niñeras para gatos también.
Y tú, ¿te animarías a compartir tu mascota? ¿Crees que este sistema puede ser bueno para tu mascota?