Cuando agarras la harina de la esquina de tu despensa que lleva un buen rato ahí, ¿nunca te has preguntado si se puede echar a perder?

Lamentablemente, la harina sí tiene fecha de caducidad y es más pronto de lo que te seguro crees.

Lo malo es que probablemente no te des cuenta al ver la harina, no se pudre y llena de hongos inmediatamente.

¿Cuánto tiempo suele durar la harina en la despensa?

Lo bueno es que tu típica arena de multi-usos tiene una larga fecha de caducidad. Puedes tener lo por un año a temperatura ambiente y dos años en el refrigerador o el congelador. Lo mismo aplica para harinas blancas, harina para pan o para pastel, como las harinas hechas de almidones como la papa o la tapioca.

Por otro lado, la harina integral dura menos. Esto es porque aún contiene el salvado y el germen del grano, lo cual contiene mucha fibra y otros nutrientes, pero se echa a perder más rápido. Así que la harina de trigo entero puede durar hasta tres meses a temperatura ambiente y un año en refrigeración.

Lo mismo aplica para harinas de avena otros granos enteros.

¿Y qué con las harinas altas en grasa como las de almendras o coco?

Desafortunadamente, estos tipos de harina se echan a perder más rápido también. También sólo duran unos tres meses en temperatura ambiente, pero seis meses en refrigeración.

Lo mismo aplica para otras harinas a base de nueces o semillas molidas finamente.

Cómo debes guardar la harina

Dura más si no lo expones a aire que circula. La mejor forma de extender la vida de tu harina es en un contenedor sellable o una bolsa para el congelador. Mientras más frío, más lento se echará a perder.

Como la harina debe estar al tiempo para la mayoría de las cosas por las cuales la usarías, guarda suficiente para uso regular en la despensa.

Cómo saber si tu harina se echó a perder

Si guardas tu harina en un recipiente, siempre ponle una etiqueta de la fecha de caducidad antes de que se te olvide. Fuera de eso, no hay mucho que puedas hacer para asegurarte de que esté aún buena la harina para usarse a parte de olerlo.

Cuando te huele ácido o rancio, definitivamente es hora de tirar esa harina. Si hueles tu harina cuando recién la compras, te darás una buena idea de cómo debería de oler.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.