Hace unos meses se desprendió del glaciar de la Isla Pine y ahora temen que el gigantesco iceberg podría atravesarse en las rutas marítimas del Océano Antártico.
Las últimas imágenes muestran varios kilómetros de agua entre el bloque de hielo – que tiene una superficie estimada de 700Km2– y el glaciar que le dio origen.
Por eso, un equipo de científicos británicos le seguirá la pista e intentará anticipar sus movimientos, como parte de un proyecto que acaba de obtener una finaciación de emergencia de £50.000 (cerca de US$80.000).
El gigantesco témpano se desprendió del glaciar en julio pasado.
“Desde que se encontró que la fractura lo había atravesado por completo en julio, ha permanecido helado porque aún era invierno (en Antártica)”, explicó Grant Bigg, investigador de la Universidad de Sheffield que lidera el equipo.
“Pero en los últimos dos días, ha comenzado a romperse y alejarse y ahora hay un kilómetro o dos de agua clara entre el bloque y el glaciar”.
“A los témpanos de esta área suele tomarles un tiempo salir de la Bahía de la Isla Pine, pero una vez que lo hacen pueden moverse hacia el este a lo largo de la costa o pueden desplazarse en círculos a la zona principal del Océano Antártico”.
Según explicó Biggs a la BBC, los científicos pudieron seguir el rastro de otro iceberg que se abrió camino a través del pasaje de Drake –el espacio de agua que separa el Cabo de Hornos, en América del Sur, y las islas antárticas Shetland del Sur.
Si este nuevo témpano siguiera esa trayectoria, una isla de hielo del tamaño de Singapur ingresaría en concurridas rutas marítimas.
Los ojos puestos en el cielo
El equipo de investigadores de las universidades británicas de Sheffield y Southampton utilizará los datos de varios satélites, entre ellos el alemán TerraSAR-X, que fue el primero que alertó del nacimiento del glaciar a los científicos del Instituto Alfred Wegener.
El glaciar de la Isla Pine es el más grande y el más rápido en la Antártica, y de él se desprenden grandes témpanos cada 6 ó 10 años. Otros eventos parecidos ocurrieron en 2007 y en 2001.
En octubre de 2011 los científicos detectaron por primera vez una fractura espectacular que se abría paso en la superficie del glaciar.
Además de rastrear y observar el movimiento del enorme iceberg, Bigg dijo que su equipo también espera predecir su ruta por el Océano Antártico en los próximos 12 meses.
“Parte del proyecto es tratar de simular lo que creemos que el témpano puede hacer, teniendo en cuenta los vientos que se han registrado en la región recientemente”.
Si el iceberg se mueve hacia las rutas de navegación, se dará aviso a través de los servicios de alerta de todo el mundo.
Fuente: (BBC)