En este sentido, la cesárea puede ser de dos tipos: por decisión propia o planeada y a causa de alguna urgencia. Y en este caso, los principales motivos para realizarla son:
• Anomalías del desarrollo del feto como hidrocefalia o espina bífida.
• Ritmo cardíaco anormal en el feto.
• Posición anómala del feto dentro del útero, como cruzado de nalgas.
• Partos múltiples.
• Enfermedades maternas como problemas cardiacos, toxemia, miomas, preeclampsia o eclampsia.
• Herpes genital.
• VIH materno.
• Cirugía uterina previa, que incluye miomectomía y cesáreas anteriores.
Pero, fuera de esas complicaciones, el parto normal se puede dar, y si eres de las mujeres que están a favor de parto vaginal, te damos 4 recomendaciones que te ayudarán a lograrlo:
- Mantén un embarazo sano y en forma
- Evita la inducción al parto si no hay motivos médicos para ello.
- Mantenerte hidratada.
- Quédate en casa hasta que entres en la fase activa del trabajo de parto, siempre y cuando el bebé se esté moviendo, no se hayas roto la fuente, ni observes sangrado.
Sea cual sea tu elección sobre el parto, disfruta mucho el momento. Tener a tu bebé en brazos será tu regalo.
Fuente: MTM