Si vemos a México como una pirámide, el grueso de la base se construye por 57 por ciento de la población, cuyos ingresos mensuales familiares fluctúan entre 3 mil y 13 mil pesos, revela el estudio “Base de la Pirámide, población de bajos ingresos en México 2013”, de la firma De La Riva Group (DLR).
Hay varios aspectos que los asemejan: dos de cada 10 trabajan en el sector privado, ahorran poco y cuando lo hacen es “debajo del colchón o en tandas”. Su gasto se “descontrola” fácilmente cuando no obtienen de forma puntual sus ingresos, pero tienen la costumbre de cooperar para la fiesta patronal de su colonia.
El estudio refiere que la población que conforma la “base de la pirámide” se asume como “clasemediera” porque considera que “tiene lo básico”, sin llegar a ser pobre.
Sin embargo, otro estudio de la firma titulado “La clase media mexicana en cifras”, señala que los mexicanos “clasemedieros” son quienes perciben ingresos familiares mensuales de 13 mil a 98 mil 500 pesos; rango que se define por los patrones de consumo.
“El 90 por ciento de los mexicanos se considera clase media, pero sólo 31 por ciento corresponde a ésta”, dijo Ana Paola Bravo Cajal, coordinadora del estudio “Base de la pirámide”.
En entrevista indicó que sólo 23 por ciento de la población varonil obtiene sus ingresos de empleos en el sector privado y 22 por ciento de las mujeres del trabajo realizado en el hogar, en el autoempleo o como empleadas de limpieza.
Los mexicanos de la “base de la pirámide” se caracterizan por no ahorrar: ocho de cada 10 de ellos respondieron que “no les alcanza”; en tanto, uno de cada 4 ahorra en “tandas” porque con ese mecanismo creen tener mayor disponibilidad de efectivo.
Bravo Cajal detalló que en el caso de la gente que no ahorra, 43 por ciento mencionó que desconfía de los bancos, mientras que cinco de cada 10 guarda el dinero en casa y sólo cuatro por ciento utiliza cajas de ahorro.
“Uno de los mayores descubrimientos, y por lo cual podemos describir muchos de los comportamientos de la base de la pirámide, es que son muy colectivos; el capital social es el mayor de todos, le dan más importancia a la red de contactos porque al tener un capital muy limitado de dinero se tienen que apoyar en la familia, vecinos o comunidad para poder solventar gastos”.
Destinan la mayoría de sus ingresos al pago de renta y servicios de predial, luz y electricidad; a gastos relacionados con la escuela de los integrantes de la familia; y a alimentos y transporte para ir al trabajo.
“Cubren gastos básicos y cuando hay un ingreso adicional modifican el consumo de los básicos; si un día se come arroz, al otro podrían comer carne, o destinarlo a actividades de entretenimiento”.
El Financiero