Centenares de familias inmigrantes, muchas con niños nacidos en Estados Unidos, gritaron hoy frente al Capitolio, sede del Congreso, las frases “¡Sí se puede!” y “Yes, we can!” en referencia al proyecto de reforma migratoria.

Bajo una humedad y calor intensos, familias y activistas de grupos comunitarios, gremiales y religiosos se congregaron en momentos en que el liderazgo republicano de la Cámara de Representantes analizaba el tema de la inmigración.

El líder sindical Jaime Contreras dijo que la cámara baja debe seguir los pasos del Senado, con mayoría demócrata, que mediante una “súper-mayoría” bipartidista aprobó un proyecto de ley para un mayor control fronterizo y la vía a la ciudadanía para millones de indocumentados.

Señaló que los republicanos también deben impulsar una propuesta “de sentido común” que “escuche al pueblo”, porque diversas encuestas coinciden en que la mayoría de estadunidenses apoya esa medida.

Entre los asistentes estaban las mexicanas indocumentadas Angélica Juárez, quien tiene tres hijos, y su hermana Enriqueta, con dos hijos.

“Estamos sufriendo”, dijo a Notimex Enriqueta Juárez, quien señaló que debido a las deportaciones estuvo a punto de perder a su esposo.

“Millones de niños quedan huérfanos por la deportación de su padres y se crían sin ellos”, lamentó.

El inmigrante salvadoreño Brian Rossell, de 27 años, acompañado de su hija Kelly, de siete años, ambos indocumentados, comentó que tiene orden deportación y lleva un brazalete electrónico en el tobillo.

Apuntó que las autoridades de inmigración le han urgido a que compre un boleto de avión para que se regrese a El Salvador, a pesar de que no tiene antecedentes penales y que su único “delito” es haber ingresado sin papeles por la frontera.

Washington, 10 Jul (Notimex)