Vivir juntos es un momento crucial en cualquier relación de pareja. Llevan meses planeándolo y están seguros de que ahora están mucho más unidos. Pero una cosa es cierta, los hombres, por lo general, están muy mal acostumbrados, y corres el peligro de convertirte en su roomie o lo que es peor, en su mamá. No dejes que el amor te ciegue y ponle las pilas. Te damos unos consejos para vivir en pareja sin que su nueva casa sea una ruina.

La verdad por delante

Primero: hablen cada uno sobre lo que esperan de la convivencia. Deja todo claro y asegúrate de que este es un paso para construir un futuro juntos. ¿Sabes que lo vas a tener las 24 horas alrededor? Un consejo: escriban en un papel algunas peticiones de cada uno, así cuando haya quejas o tengan que planear algo, estará todo por escrito. Pueden hacer esto con las reglas de limpieza, turnos de cocina… suena adolescente, pero les evitará muchos problemas.

Tu espacio, su espacio = nuestro espacio

Irse a vivir juntos supone renunciar a muchas cosas y ver cómo otras te invaden. Él se va a traer esa mascota a la que quiere tanto, y tú te empeñarás en comprar esa mesa tan horrible. Bienvenida al mundo de las concesiones.
El espacio es de los dos, intenten dejar las manías en la puerta, o cualquiera va a salir corriendo. Sé tolerante. Y si hay algo que no te guste, díselo, pero no le castigues con malas caras o discutiendo.

Mantén la calma

Si te pone nerviosa que tu pareja use tu pasta de dientes, que no le jale al baño, o que cambie las cosas de lugar… tienes un problema. Si tu chico es un completo desastre, háblalo con él. Seguro hay cosas que puedes pasar por alto, y por supuesto otras no. Y él hará lo mismo contigo.
Si sabes que tu chico tiene hábitos que te desesperan, y planeas cambiarlos cuando vivan juntos… mejor piénsalo dos veces antes de dar este paso. Seamos realistas, él debe gustarte tal cual es, con sus cosas buenas y sus cosas malas.

Mantener las distancias

Pasar más tiempo en pareja es la razón de vivir juntos. Pero a veces hay “demasiada” intimidad y necesitarás espacio para ti misma. Sigue con tus hobbies, ve con tus amigos y sal de casa sin él. De regreso, seguro lo vas a querer un poco más.
Estar pegados como una lapa no es bueno, también en la casa asegúrate de tener privacidad.

Irse a vivir juntos es un paso muy importante pero recuerda que debes seguir manteniendo tu propia intimidad. Lo mejor es que estés preparada, disfrutes y no tires la toalla pronto. Vivir con tu pareja también tiene sus cosas buenas, ¿no? Con paciencia y voluntad, todo se consigue.