Al igual que los triglicéridos, el colesterol forma parte de las grasas (conocidas como lípidos) indispensables para el organismo. El problema radica cuando se sobrepasa el nivel estándar (200 mg/dl), pues se aumenta la posibilidad de padecer hipertensión arterial, infartos, accidentes cardiovasculares, trombosis cerebrales o arteriosclerosis.

“Cuando la grasa se acumula, el calibre de los vasos sanguíneos se reduce. Funciona como una tubería tapada o con obstáculos que dificultan la circulación y el pleno funcionamiento”, señaló Enrique Ardila, médico internista endocrinólogo.

Para su tratamiento o control eficaz es importante conocer la diferencia entre el colesterol bueno y el colesterol malo. “El primero ayuda a conducir el negativo fuera de los conductos sanguíneos para que no se deposite ni cause estragos; el segundo es un ‘enemigo silencioso’ que aumenta la inclinación a padecer diferentes enfermedades sin provocar síntomas”, puntualiza Frank Pernett, jefe del departamento médico de la Clínica del Country.

Aunque en ocasiones podría producir mareos, cansancio o adormecimiento de los miembros inferiores, la hipercolesterolemia, como se le denomina al colesterol alto, tiende a pasar desapercibida.

Los especialistas hacen énfasis en que si en la familia existen antecedentes como infartos trombosis o diabetes, se debe practicar mínimo a los 15 años de edad un análisis de sangre y, como regla de oro, toda mujer mayor de 40 debe consultar a su médico por lo menos una vez al año para que le ordene el examen correspondiente.

Medidas para regularlo:

-Opta por pan integral, frutas y vegetales frescos.

-Busca variedades de salmón o pescados de agua profunda, que son ricos en ácido omega 3.

-Aumenta el consumo de nueces, almendras o maní, que contienen cantidades elevadas de grasas buenas.

-Disminuye el consumo de alimentos industrializados.

-Elige métodos de cocción con poca grasa, como al horno, al vapor o a la parrilla. Procura utilizar aceite de oliva.

-Dile sí a la leche descremada: Según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, esta ayuda a disminuir el

colesterol en un 7 por ciento.

-Unas copitas: El consumo ocasional de vino rojo contribuye a aumentar los niveles de colesterol bueno.

Fuente: Run Run