Un hombre disparó a un policía en un suburbio de Los Ángeles y luego se encerró en una casa con dos rehenes, de los cuales una podría ser una niña de 14 años. El chaleco protector del oficial detuvo la bala y fue llevado al hospital en buen estado, luego fue transferido a otro hospital.

Reportes de un problema doméstico fueron la razón por la presencia de la policía a las 12:30 pm. Unos testigos reportaron haber visto a una niña de 14 años corriendo de su casa y gritando cuando un hombre la volvió a meter por la fuerza a la casa.

El hombre disparo a los oficiales que respondieron al reporte antes de que pudieran llegar a la puerta. Los oficiales dispararon de regreso. Hubo un total de 12 disparos.

Oficiales alejaron a su colega herido del tiroteo. Esther Frazier, una vecina que vive justo enfrente de la casa dijo que estaba horneando un pastel cuando oyó gritos afuera y cuando salió vio a policías pegándole a la puerta de los vecinos. Regresó a su casa para apagar el horno cuando empezó a oír los disparos.

“Habían tantos disparos que sonaba como una zona de guerra,” dijo Frazier. “Un disparo atravesó mi puerta, estoy asustadísima, estoy en el piso de mi cuarto,” dijo mientras hablaba por teléfono.

Después de que el oficial recibiera el disparo, una de sus compañeras intentó ayudar y cubrirlo con su cuerpo, pero se cayó y terminó herida. “La oficial comenzó a correr de regreso por la calle. Colapsó enfrente de nosotros y luego la cargaron como un costal de papas y se la llevaron,” dijeron unos testigos.

La oficial fue tratada en el hospital y dada de alta. Ambos oficiales heridos han estado bajo el servicio del departamento policial por más de una década.

No esta claro si el tirador fue herido. Toda la cuadra fue evacuada.

El tirador intentó llamar la estación de policía varias veces, pero colgaba el teléfono. Siete horas después del tiroteo negociadores de crisis estaban hablando con él.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.