Las personas al encontrarse con alguien conocido y apreciado suelen darse un abrazo y sonreír, por lo que “el corazón se siente apapachado y seguro”, de tal forma que esas pequeñas reacciones significan un cuidado para la salud cardíaca debido a que nuestras respuestas son neuroendócrinas, explicó la especialista Beatriz Villegas González.

Afirmó que con ello se secretan una serie de sustancias neuroendocrinas que favorecen las relajación de las arterias coronarias, la tranquilidad y no preocupaciones.

Beatriz Villegas apuntó que cuando se tiene un estrés, un miedo o una confrontación comienzan las taquicardias, la sudoración y la activación de sustancias vasoactivas, lo que aumenta el trabajo del corazón, el que si se encuentra sano y no hay un impacto severo puede tener una respuesta favorable.

Enfatizó que si la persona se encuentra en un estado de enfermedades silenciosas como la diabetes o el colesterol alto, y además se tiene un consumo alto de alcohol o de tabaco, esto puede ser un pivote o disparador de un evento vascular tanto cardiaco, como cerebral.

La especialista dijo que un corazón preocupado, con miedo y no querido, siempre sufre.

Con información de Agencias