Los creadores del Sprayable Energy no gustan de una taza de café, pero sí de la energía que ésta da a uno. Asumo que hay más gente como ellos, y por eso su spray de cafeína puede ser muy útil a la hora de darse un pequeño impulso.
Se usa como cualquier perfume, rociando dos veces los laterales del cuello o las muñecas. Cada “dosis” contiene menos de una taza de café, pero así y todo aseguran que la cafeína se distribuye por todo el cuerpo y proporciona la misma sensación.
Yo soy más de café que de perfumes. Además, sería muy raro quedar con los amigos para ir a la terraza de un bar a rociarse el spray, fumarse un cigarrillo y hablar de los fracasos de cada uno. No sé, no es lo mismo.
No Puedo Creer, 22 Ago. 2013.