Los contribuyentes estadunidenses subsidian con siete mil millones de dólares anuales la asistencia social para los trabajadores de las multimillonarias cadenas de comida rápida, informó hoy un estudio.
La industria de la comida rápida tiene ingresos anuales de más de 200 mil millones de dólares, pero el 52 por ciento de sus empleados ganan tan poco que tienen que recurrir a la salud y asistencia públicas, de acuerdo con un estudio que divulga este miércoles la Universidad de California en Berkeley (UCB).
Los contribuyentes subsidian con tres mil 900 millones de dólares anuales servicios de salud de los empleados de las cadenas y sus hijos.
Proporcionan mil 950 millones de dólares en créditos fiscales a los mismos trabajadores.
Aportan otros mil 40 millones de dólares mediante el programa de asistencia alimenticia con cupones.
También proporcionan 82 millones de dólares anuales en asistencia temporal para familias de trabajadores de comida rápida de ingresos bajos en el país.
California aporta el mayor subsidio a los trabajadores de las cadenas que se jactan de haber vendido billones de hamburguesas en su historia.
En California se aporta a los trabajadores de comida rápida 717 millones de dólares anuales, es decir casi dos millones de dólares diarios.
Les siguen Nueva York con 708 millones, Texas con 556 millones, Ilinois con 368 millones y Florida con 348 millones de dólares.
El estudio de la UCB se publicó en momentos en que la dirigencia sindical de los mismos trabajadores realiza una campaña por aumentos salariales.
Los trabajadores de cadenas como McDonald’s, Wendy’s y Jack in the Box ganan en promedio el salario mínimo nacional de 8.60 dólares por hora de trabajo y sus sindicatos aseguran que merecen salarios de 15 dólares por hora que no afectarían a las cadenas de restaurantes.
Los trabajadores ganan en jornadas de 48 horas semanales menos del equivalente de la renta de un departamento pequeño en California.
Fuente: San Diego, 16 Oct (Notimex).