Un ávido grabador con amor por la experimentación, el artista francés Matt Roussel siempre busca nuevos desafíos. En su serie de bloques de madera pintados (anteriormente), comienza con un bloque de impresión tradicional y talla el espacio negativo, pero en lugar de aplicar tinta y transferir la imagen al papel, transforma un elemento del proceso en la obra de arte en sí.

A medida que Roussel talla cada pieza, las gubias revelan una tentadora textura. En sus nuevas obras, los rostros de sus sujetos permanecen suaves y dependen completamente de la pintura para darles vida, mientras que las hendiduras están reservadas para enormes flores, ropas ornamentadas y entornos de ensueño. “Quería ponerme a prueba en la pintura”, dice. “Me aburro rápidamente cuando hago las mismas cosas”.

La inspiración para sus sujetos comienza con una serie de indicaciones que ingresa en una herramienta de inteligencia artificial, generando disposiciones y patrones. “Para mí, es una base de trabajo que me permite hacer a mano lo que veo… Esta es una nueva herramienta que me ayuda, como la computadora, cuando empecé a hacer 3D (trabajo) en los años 90”, dice. Cada pieza tarda entre tres y seis días en completarse, según el tamaño.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.