Bailar es un arte, pero contonearse en tacones ya es toda una acrobacia y si los acróbatas son hombres es una revolución. Esa revolución la ha desatado el coreógrafo francés leer más
Bailar es un arte, pero contonearse en tacones ya es toda una acrobacia y si los acróbatas son hombres es una revolución. Esa revolución la ha desatado el coreógrafo francés leer más