La fotógrafa belga, Isabelle Menin, crea retratos de flores que no sólo son hermosas en cuánto a color y forma, pero también son únicos y expresivos.
Viendo el trabajo vibrante y órganico de Menin no es una sorprendente saber que pintaba antes. Después de trabajar con pintura por más de una década, la artista se enfocó en la fotografía. Su trabajo parece más pinturas que fotos. Parte de esto es gracias a su manipulación digital de fotos.
Menin llama su trabajo “fotografías del interior y paisajes desordenadas” refiriéndose a la complejidad de la naturaleza, lo cual le recuerda de la complejidad humana.
Publicado por Othón Vélez O’Brien