[sws_blockquote_endquote align=”” cite=”” quotestyle=”style05″] Todo esto cuándo MSN Messenger estaba en su apogeo y yo tenía como 15 años. [/sws_blockquote_endquote]
Entiendo que a la gente le dé flojera escribir palabras completas cuando se están mensajeando. Lo cual hace que el escribir con acentos tenga mucho menos sentido. Lo malo es cuando este fenómeno se pasa a otras plataformas que no sean celulares o redes sociales.
La reglas ortográficas no se inventaron sólo para aburrirnos en clase de redacción en la primaria. Existen para que al escribir se eviten malas interpretaciones y todo quede más claro. Al menos eso es lo que yo pienso. Pero díganme ustedes, ¿es lo mismo preguntar “¿te gusto?” a “¿te gustó?”? ¡Por supuesto que no! Y ese tipo de malentendidos pueden llegar a ser muy embarazosos. Créanme me ha sucedido.
Yo era de esos que escribían como se les daba la gana: Tmbn en lugar de también, q en lugar de qué, etc. Todo esto cuándo MSN Messenger estaba en su apogeo y yo tenía como 15 años. En ese entonces estaba bien, o, al menos, no tan mal. Sin embargo, llega un momento en la vida cuando se tiene que saber escribir ya sea para aplicar a un trabajo o para darle permiso a tus hijos de que vayan al campamento escolar, y el autocorrector de Word no siempre estará ahí para ayudarte.
Lo malo es que mucha gente, por desinterés, ni siquiera se saben las reglas para acentuar las palabras, lo cual, de nuevo, podría llegar a generar una situación embarazosa.
No soy ningún tipo de maestro de español así que lo que viene a continuación es lo que me acuerdo de la escuela. Les voy a dejar algunas reglas de acentuación. Son muy sencillas lo prometo. Ahí les van.
Existen básicamente tres reglas que hay que aprenderse. Pero antes de eso hay que saber identificar dónde se encuentra la sílaba tónica (ST de ahora en adelante) de cada palabra, es decir la sílaba que suena más ‘fuerte’.
Por ejemplo, la palabra ‘PAPALOTE’ tiene cuatro sílabas PA-PA-LO-TE. ¿Cuál es la que suena más fuerte? Correcto la penúltima, LO. Muy bien, sencillo ¿verdad?
Perfecto, ya podemos pasar a la siguiente parte de la explicación.
Existen tres tipos de palabras dependiendo de dónde se encuentra la ST. Si ésta se encuentra en la última sílaba (TE en papalote), es una palabra aguda. Un ejemplo de palabra aguda podría ser ‘español’. Estas palabras solamente se acentúan si terminan en N, S o en vocal. Por ejemplo: calzón, panzón, estrés, interés, popó.
Las palabras que tienen la ST en la penúltima sílaba se llaman graves. Papalote es una palabra grave, su sílaba tónica es LO. Estas palabras sólo se acentúan si NO terminan en N o en S o cuando se rompe el diptongo ‘ia’. Por ejemplo: Móvil, ángel, azúcar, biología, podría, etc.
Le siguen las palabras que tienen la ST en la antepenúltima, éstas son llamadas esdrújulas. Lo bueno de estas palabras es que TODAS se acentúan, sin excepción. Ejemplos: Esdrújula, ídolo, épico, etc.
Existen también las sobreesdrújulas que al igual que las esdrújulas siempre se acentúan: Cómetelo, pásamelo, reséñaselo. Aquí sí hay excepción y es cuando terminan en –mente. Ésas sólo se acentúan si la palabra original lleva acento, por ejemplo. Ordenadamente no lleva acento pero tecnológicamente sí.
En fin, esas son las reglas básicas para saber dónde van los acentos.
Por favor ¡que no te dé flojera escribir con tildes! Toma exactamente la misma cantidad de tiempo y hace que el texto sea mucho más claro y rico. Además, tal vez así te inspires a escribir un poco más de lo que acostumbras y te des cuenta de que tiene más talento del que creías.
¡Feliz día a todos los maestros!