Rusia ha tomado control de la península estratégica de Crimea en Ucrania sin disparar un solo tiro, pero muchos en Ucrania y en otras partes temen que el Kremlin dará seguimiento enviando a más tropas a regiones ruso-parlantes del oriente de Ucrania. Tal movida desataría hostilidades entre las fuerzas militares de ambos países. Y por lo visto, Rusia tendría la ventaja de fuerza en ese caso.

Herederos del Ejercito Rojo

Ambos ejércitos son sucesores del ejercito Soviético y han heredado su arsenal, sus estructuras y sus tácticas. Ucrania entregó todo su arsenal nuclear soviético a Rusia a principio de los años 90.

El ejercito ruso es mucho más grande, con 1 millón de hombres, comparado con el de Ucrania que solo cuenta con 180,000. El ejercito ucraniano un estimado de 200 aeronaves de combate y unos 1,100 tanques, mientras que Rusia presuntamente tiene 1,400 aeronaves de combate y varios miles de tanques.

Rusia y Ucrania se dividieron la flota Soviética del Mar Negro después del colapso soviético en 1991. Sin embargo, Ucrania ha luchado para mantener su parte de la flota y tiene unos pocos barcos listos para combate, que son superados en número por la flota rusa, que tiene un contrato para estar en el puerto de Crimea hasta el 2042.

Oponentes desiguales

El ejercito ruso ha pasado por una gran modernización en los años recientes, recibiendo grandes suministros de armas nuevas y llevando a cabo enormes ejercicios. Ucrania, que cuenta con menos recursos, no pudo costear un crecimiento similar y sus fuerzas se han degradado lentamente.

Además de la escasez de fondos, la preparación del ejercito ucraniano sufrió gracias a la decisión tomada por el presidente Viktor Yanukovych para terminar con el reclutamiento obligatorio y convertir el ejercito en una fuerza voluntaria. Los últimos conscriptos van por la mitad de su periodo de reclutamiento de un año y su moral podría estar baja.

El ejercito ruso se ha recuperado en gran parte de su caída soviética y recientemente ha llevado a cabo una serie de juegos de guerra que no se habían visto desde los tiempos de la Guerra Fría. Un ejercicio involucrando a 150,000 tropas, cientos de tanques y docenas de aviones de combate se ha llevado a cabo en el occidente de Rusia justo cuando las fuerzas rusas tomaron el control de Crimea. El presidente Vladimir Putin asistió a las movilizaciones el lunes cerca de San Petersburgo.

Lealtades divididas

Las lealtades de Ucrania han sido fuertemente divididas entre los ruso-parlantes del oriente y el sur, donde la gente favorece las relaciones más cercanas con Moscú, y el occidente, donde los residentes quieren integrarse más a la Unión Europea.

Las fuerzas armadas de Ucrania son lo que mejor reflejan esta división. Las unidades apostadas en las regiones ruso-parlantes de Ucrania son tripulados en su mayor parte por residentes locales que no necesariamente apoyan el nuevo gobierno en Kiev. Eso incrementa las dudas sobre la lealtad de ambas divisiones en caso de que hubiera un conflicto bélico entre los dos ejércitos.

La reticencia del ejercito ucraniano para confrontar a el ruso era obvio cuando tomaron a Crimea, donde el nuevo jefe de la marina ucraniana se pasó de lado del gobierno a favor de Rusia, sólo un día después de haber sido designado su puesto. Funcionarios regionales dicen que miles de ucranianos han hecho lo mismo, pero que no pueden ser confirmados independientemente.

Tensiones en Crimea

Fuerzas de la flota rusa del Mar Negro basados en Crimea y tropas rusos adicionales que fueron enviados a la península se han apoderado o bloqueado las bases aéreas ucranianas, baterías de misiles de defensa aérea, otras instalaciones militares y guarniciones a lo largo de la región.

El ejercito de Ucrania reconoció que prácticamente todas sus instalaciones militares en la región de Crimea han sido rodeados o se ha tomado el control de ellos.

Un cruce de transporte marino que conecta Crimea con Rusia ha sido tomados por fuerzas rusas, lo que permitiría un crecimiento grande del ejercito ruso si deciden llevarlo a cabo.

El ejercito ruso en Crimea ha exigido que los soldados ucranianos dejen sus armas. Algunos siguieron las ordenes y se fueron o se unieron a las fuerzas a favor de Rusia. Otros se rehusaron y pusieron barricadas en sus bases.

El lunes, varios barcos rusos bloquearon dos naves de guerra ucranianas en Sevastopol y exigieron que sus tripulaciones se rindieran.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.