El control fronterizo hacia Gibraltar, colonia británica en la costa sur española, ha generado nuevas tensiones entre España y Reino Unido, en la que prevé mediar la Comisión Europea (CE).
Las filas generadas en el paso fronterizo, algunas con duración de muchas horas, ocasionaron la protesta de Gibraltar y de Reino Unido a España, pero el anuncio de este último país de mantener fuertes revisiones ha aumentado la tensión.
El ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, declaró que España piensa en poner una tasa por entrar y salir de Gibraltar por territorio español, lo que el gobierno de Gibraltar consideró como “ruido de sables” propio de un país como Corea del Norte.
El gobierno británico quiso suavizar la tensión al asegurar que los problemas en el paso fronterizo se resuelven con medios políticos y no con medidas desproporcionadas.
Por su parte, la CE emitió un comunicado este lunes en el que asegura que quiere mediar en este asunto porque ha recibido las quejas de Gibraltar y de Reino Unido, incluso de ciudadanos que se consideran afectados por este problema.
Sin embargo, el ejecutivo comunitario reconoce que España “tiene derecho a realizar controles fronterizos” ya que Gibraltar no es Espacio Schengen, pero aclara que estos “deben ser proporcionales”.
Los controles fronterizos no son los únicos motivos de la tensión entre España y Gibraltar, ya que a ello se suman las quejas de los pescadores españoles que denuncian el veto en aguas cercabas a la colonia británica para poder faenar.
Incluso, son varias las denuncias de que el gobierno de Gibraltar lanzó a la costa bloques de cemento y tierra que impida el tránsito de los barcos pesqueros.
Además, el pasado 2 de agosto el ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz denuncio que una página de Internet probritánica publicó fotografías de los guardias civiles españoles de la frontera a los que califica como “torturadores”.
Madrid, 5 Ago (Notimex).