Practicar un deporte como el Taekwondo tiene muchos beneficios, entre ellos, mantener una disciplina, automotivarse para superarse y por supuesto a cultivar coordinación, estabilidad, equilibrio y dominio de la fuerza.
Sin embargo, practicarlo a muy corta edad puede implicar más tiempo para obtener todas las habilidades de este arte marcial y, en todo caso, termina por convertirse en un juego.
Tal es el caso de este pequeño que a sus escasos 5 años de edad trata de obedecer las lecciones de su profesor y en muchos intentos busca romper una tabla de madera. Lo importante es el esfuerzo y la dosis de ternura que nos deja. ¡AYA!