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Vivir el momento, gran consejo que se dice fácil pero que en la práctica, quizá, no lo es tanto. Existen miles de consejos: respirar profundo, atender el entorno con tus cinco sentidos, el clásico “baila como si nadie te estuviera viendo”, concentrarte en lo que estás haciendo, pasar el tiempo con las personas que amas, planificar tus actividades, aprender a decir “No” y “Adiós”, alimentar tu alma con actos de bondad, aprender del pasado y agradecer por haberlo vivido, evitar ser un pasivo espectador de TV, escuchar tu música favorita, hacer todo eso que te apasiona, aprender nuevas disciplinas, despertar cada día con una sonrisa en la cara y salir de tu hogar con actitud de triunfo.

Siguiendo todos estos consejos, y muchos más, todo puede marchar de maravilla. Pero, ¡oh oh!, abres tu clóset y no encuentras ese pantalón que combina perfectamente con tu entusiasmo por el nuevo día.

¡Qué coraje da perder el tiempo buscando tus trapos favoritos! ¿No lo crees?

En lo personal, encuentro similar la organización del clóset con la de la mente. Cuando tienes la cabeza atiborrada de pensamientos se pone complicado tomar decisiones, de la misma manera que cuando tu ropa está como campo de batalla y te cuesta trabajo decidir qué ponerte. Por eso propongo los siguientes tips para ordenar tu clóset:

Tiempo. Vivir con las horas apretadas no te permitirá dedicarle el tiempo suficiente y, si al final no logras cumplir con tu objetivo, te puede frustrar. Piensa que las horas que invertirás al acomodo te ahorrará, a la larga, mucho tiempo. Darte el momento para reacomodar lo que habita en tu mente es muy importante, ¡nunca escatimes cuando se trata de tu bienestar!

Espacio. Busca que tu cuarto esté libre de cosas que puedan estorbarte, que los libros estén en el librero, tu lap top en el escritorio, la ropa sucia en el cesto, la cama muy bien tendida, una buena ventilación y buena luz. Para ordenar tu cabeza también necesitas un ambiente que no obstaculice tu introspección.

Espejo. Existirán algunos trapos que no has usado en algún tiempo, para decidir lo que vas a hacer con ellos necesitas comprobar si aún van contigo o no. Reconocer lo que eres, lo que te conviene y lo que te beneficia te ayudará vivir libre de pesos.

Cajas. Separar la ropa por las estaciones del año es súper práctico, de nada sirve tener a la mano los invernales abrigos cuando estás a mitad de verano y tampoco te sirven esos lindos pantalones veraniegos en invierno. Acomodar en cajas plásticas la ropa que no es de temporada te ayudará, incluso, a que no se gaste. Ubicar para qué situaciones te sirven ciertos recuerdos y pensamientos te ayudará a no desgastarte.

Bye bye. Lo que no has usado en un año difícilmente lo usarás en el futuro, aprender a decir adiós a esa ropa dejará el espacio libre para que lleguen más prendas; además, no se trata de tirarla a la basura, la puedes donar o vender. Quitar de la mente todo aquello que ya no te sirve te hará sentir libre y así pueden llegar nuevas ideas.

Modificar. Habrá ropa que puedes componer y mejorar para poder usarla de nuevo, además de esa forma se volverá única. Puedes darle un twist a tus pensamientos y quizá de esa manera te funcionan mejor.

Clasificación. Puedes separar tu clóset como más te convenga:  por tipos de uso (casual, formal, eventos especiales, ropa deportiva, etc.), textura (algodón, lino, seda, etc.), por diseño (pantalones, camisas, etc.) o por colores. La idea es que se te facilite encontrar cada prenda. Acomodar todo aquello que habita en tu mente te facilitará la toma de decisiones.

Compañía. Claro, en equipo se pueden hacer maravillas, así que si eres de las personas que aman compartir momentos con los amigos puedes contar con la ayuda de alguien. Algunas veces, conversar con alguien también te ayuda a acomodar la mente.

Música. No dudes en poner tus canciones favoritas, te sentirás feliz, a momentos moverás la cadera y puede que termines mucho más rápido. Escuchar la música que te gusta te ayudará a elevar la producción de endorfinas y bajo la sensación de bienestar podrás ordenar fácilmente tu cabeza.

Responsabilidad. Tu clóset es un espacio íntimo, sólo tú sabes lo que quieres que permanezca allí y cómo lo vas a usar, nadie mejor que tú sabrá cuál es el orden ideal. Definitivamente nadie va a ordenar todo lo que piensas.

Como puedes ver, ordenar tu clóset tiene más pros que contras; además, estos consejos se pueden aplicar al escenario que gustes: casa, área laboral y mente. La idea es tener una buena calidad de vida.

Al final de todo, podrás vestir con estilo al mismo tiempo que vives con estilo y disfrutas el presente al máximo.