La adicción a una sustancia depende de muchos factores: predisposición genética, historia social, relaciones con amigos, disponibilidad de dinero… Pero la estructura química de ciertas drogas es sin duda más adictiva que otras. La heroína y el cristal, por ejemplo, se comportan como neurotransmisores, enseñándole a tu cerebro que las necesita como si fueran una sustancia que el cuerpo mismo produce.
Un equipo de investigación dirigido por David Nutt ha realizado una tabla de las drogas más dañinas basados en sus propiedades adictivas –Nutt, de hecho, fue despedido como uno de los consultores más socorridos en el Reino Unido sobre drogas por declarar que el alcohol y el tabaco son más nocivos que la cannabis (la cual no está listada) y el éxtasis. Científicos holandeses replicaron el estudio de Nutt y desarrollaron un índice de dependencia en una escala de cero a 3: cero, nada adictivo; 3, totalmente adictivo.
El índice de dependencia se indica al lado del nombre de cada droga.