Empleados del Vaticano trabajan a marchas forzadas en estas horas para acondicionar la Capilla Sixtina, el templo donde se reunirán los cardenales en el Cónclave del cual surgirá el sucesor de Benedicto XVI.

El Centro Televisivo Vaticano (CTV) distribuyó este miércoles imágenes de las labores que se están llevando a cabo en ese lugar.

Entre otras cosas los vidrios de las puertas de ingreso al perímetro de la Capilla fueron opacados con plásticos traslúcidos pero con una pátina difuminada.

Asimismo, dentro de la Capilla Sixtina fueron colocados tubos que servirán de base a un piso realzado, una plataforma de madera que permitirá a los cardenales no tener que sortear escalones y contar con libertad de movimiento a la hora de las votaciones.

Un recubrimiento de tela color café envolvió a los grandes paneles de madera que serán montados sobre los tubos. Sobre ellos se colocarán las sillas y las mesas donde se ubicarán todos los “príncipes de la Iglesia”.

Por otra parte ya fueron posicionadas las dos estufas con las cuales se generarán las “fumatas” (humos), blancas o negras según sea el caso.

Se trata de dos salamandras de hierro forjado, uno de forma cúbica y la otra cilíndrica. Ambas de color negro, cada una con su ventanita para controlar el interior.

Ya en 2005, durante el Cónclave del cual salió elegido Joseph Ratzinger, se habían utilizado dos estufas: una para quemar las papeletas de los votos de los cardenales y otra para incinerar los productos químicos utilizados para darle el color particular a los humos.

Las estufas tienen gruesas bocas redondas en su parte superior. A ellas será conectado un solo tubo en forma de Y invertida, de tal manera que la vía de escape sea una sola: una chimenea de más de 10 metros de altura que saldrá por una de las ventanas de la Capilla.

La chimenea no fue colocada aún, pero sí se montó un gran andamio pintado de color dorado y que servirá de sostén a la estructura que comunicará el mundo la elección de un nuevo Papa.

Notimex 07 de marzo de 2013.