• El documento ratificado por la Asamblea General con 154 votos a favor, tres en contra y 23 abstenciones, regula la venta de armamento

La Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado esta tarde el primer tratado internacional sobre comercio de armas con 154 votos a favor, 3 en contra (Irán, Corea del Norte y Siria) y 23 abstenciones, entre ellas la de Rusia.

La semana pasada, Irán, Corea del Norte y Siria bloquearon la adopción del Tratado. Tras siete años de arduas negociaciones y dos semanas de maratonianas sesiones en la sede de la ONU en Nueva York, tres países —Corea del Norte e Irán con embargos de armas de la ONU; y Siria en su tercer año de un conflicto que ya es una guerra civil— secuestraban en el último momento el largo proceso de intento de regular el comercio internacional de armas convencionales, un negocio que mueve cada año 70.000 millones de dólares.

Para ser aprobado, el texto debía ser votado hoy por una mayoría simple. Cada país quedará ahora libre de firmar o no el tratado y ratificarlo. El convenio entrará en vigor tras su ratificación por un mínimo de 50 países, un proceso que podría llevar hasta dos años, según fuentes diplomáticas.

El documento obligará a las naciones que lo ratifiquen a revisar todos los contratos de armamento para garantizar que las armas vendidas no serán utilizadas en países sometidos a embargo, que abusan de los Derechos Humanos, y en los que se viola el derecho internacional humanitario.

El tratado pretende impedir que armas convencionales sean usadas en ataques contra población civil o edificios que alberguen civiles, como colegios y hospitales. El tratado abarca los tanques, los vehículos blindados y aviones de combate, los sistemas de artillería de gran calibre, helicópteros de ataque, barcos de guerra, misiles y lanzamisiles, así como las armas ligeras.

La oportunidad perdida la semana pasada fue enorme y un sentimiento de frustración reinaba entre las delegaciones gubernamentales y organizaciones cívicas que llevan años dando esta batalla de que sólo puedan comerciar con armas países que cumplan unos estándares de derechos humanos.

Estados Unidos -principal proveedor de armas del mundo- había afirmado tras la reunión del jueves pasado que el borrador contenía “los objetivos para lograr un texto fuerte, equilibrado y aplicable que permitiría aumentar las prohibiciones de estándares comunes para regular el comercio internacional de armas convencionales”. Rusia, que se ha abstenido, había reconocido que en el texto había “omisiones” y “dudosas” cláusulas, como por ejemplo el nulo control de transferencias de armas a grupos rebeldes.

India también había dejado planear dudas sobre su voto este martes. Moscú, uno de los mayores exportadores de armas, reprocha al texto que no cubre específicamente las transferencias de armas a los actores no gubernamentales, como los rebeldes de Chad y la oposición armada siria. India, uno de los grandes compradores de armamento, también ha criticado muy duramente el texto.