Fomentar una cultura emprendedora es de vital importancia para las generaciones futuras, pues poner en marcha una idea de negocio no sólo traerá ganancias económicas, sino crecimiento personal y profesional.
Una reciente investigación realizada por Ernst & Young (EY), líder global en servicios de aseguramiento, encontró que las PYMES con menos de 250 empleados representan, en promedio, dos tercios del empleo de los países del G20.
Por esta razón, se hace importante orientar a los emprendedores y pequeños empresarios para que la gestión que realizan se optimice, desarrollen con éxito su negocio y sigan siendo generadores de empleo.
En este sentido, se identificaron tres factores que son indispensables en este proceso:
1. Aumente las alternativas de financiación. No es de extrañar que la financiación siga siendo el mayor obstáculo para los emprendedores que buscan iniciar su propio negocio. Por esta razón, es necesario tomarse el tiempo para investigar y encontrar las mejores alternativas de financiamiento para sacar adelante su idea de negocio y sostenerlo.
2. Apoyo y guía. Según la investigación de EY, proporcionar el apoyo económico no será suficiente para que los jóvenes emprendedores desarrollen su potencial, ya que puede desperdiciarse sin el conocimiento adecuado de cómo manejar los recursos.
Por esta razón es importante asesorarse o tener una guía para que el capital no se pierda, sino que por el contrario, se aproveche y se multiplique de la mejor manera.
Las incubadoras, mentores, programas de Star Up y clubes de emprendimiento ayudan a crear redes e intercambiar mejores prácticas. A esos ecosistemas se pueden sumar los centros de tecnología, universidades y empresas, los cuales facilitan el acceso a jóvenes empresarios a conocimientos, oportunidades y recursos.
3. Cambiar el estigma al fracaso. Esto se resume en cambiar el chip. El éxito lo hace su visión de negocio y crecimiento; sea consciente de que habrá caídas, pero su persistencia y habilidad lo ayudará a salir de crisis. “La sociedad debe ser más tolerante al fracaso y reconocer las historias de quienes lo han intentado varias veces antes de alcanzar el éxito, que son más del 90% de las empresas colombianas”.