Escrito por Carlo Mattiello
El ser humano siempre ha tenido la necesidad o inquietud de conocer su entorno y conocerse a sí mismo; en este último intento ha tratado de crear una clasificación (taxonomía) de personalidades y delimitar aquellos elementos que intervienen en la formación de estas y de sus malestares. Hipócrates sostenía que la salud del individuo dependía del equilibrio de cuatro humores en el cuerpo: la bilis negra, bilis, flema y sangre; Teofrasto fue el primero en relacionar el equilibrio de estas con las características de la personalidad. Posteriormente los griegos, entre ellos Aristóteles consideraron que el Alma era la encargada de procesos como la elaboración de conceptos a partir de la memoria y la información recibida por la psique vegetativa, sensitiva y racional. Tomás de Aquino a diferencia de Platón que le daba mayor relevancia al alma, decía que el cuerpo y el alma eran una unidad. Siglos después Descartes sostiene que no se debe estudiar al alma, sino la consciencia y esta a partir de la razón. En relación a las enfermedades mentales fue la Iglesia la que abordó el tema durante muchos siglos, y fueron tratadas como posesiones demoniacas o practicas de brujería; es hasta el siglo XIX con Phillippe Pinel en Francia y Benjamin Rush en Estados Unidos, que se comienza a tratar a los enfermos mentales de forma humana.
Wilhelm Wundt es considerado el padre de la psicología científica, pues creó el primer laboratorio de psicología experimental en Leipzig en 1879; donde realizó estudios sobre la sensación, la percepción, memoria de imágenes y las ilusiones visuales. Wundt desarrolló varios trabajos en los que describía la anatomía del cerebro y el sistema nervioso; sostenía que la meta del psicólogo era estudiar los procesos conscientes y conexiones características entre ellos. El dijo que los psicólogos no estudian el mundo exterior per se; estudian los procesos psicológicos mediante los cuales el ser humano experimenta y observa el mundo exterior. Además, los experimentadores no pueden separarse a sí mismos de sus objetos de estudio, ya que están estudiando sus propios procesos conscientes.
Es así como la psicología pasa de ser una práctica especulativa, a constituirse como una ciencia que ha delimitado su objeto de estudio y sus métodos para lograrlo.